
Manzanillo.- No es la cima más elevada de Cuba, pero el desempeño del colectivo del restaurante El Turquino, de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de Granma, pone bien alta la varilla de la eficiencia y calidad del servicio para las similares instalaciones gastronómicas en esta costera localidad.
Si bien no debe compararse con otras unidades de mayor espacio y cercanas a la ciudad, el quehacer de esos trabajadores gana cada vez más elogios entre los estudiantes y profesores de la casa granmense de altos estudios médicos.
La niquereña Solángel Sánchez Vega, quien cursa el cuarto año de medicina en la UCM, asegura que es una “excelente iniciativa porque las ofertas tienen buena calidad y precio.
“Nosotras preferimos los espaguetis, pero además compramos arroz, ensaladas y bistec de cerdo.”
Junto a Solángel estaban sus compañeras de aula Liané y Nadia. Esta última valora que “el restaurante es una alternativa porque en ocasiones el comedor de la escuela no complace nuestros gustos.”
“Aquí existe un ambiente muy acogedor que incluye música incidental, aire acondicionado y las dependientas son gentiles. Lo único que debemos señalar es que el agua la sirven caliente.”
El Turquino presta servicios de lunes a sábado y forma parte de un complejo que integra además una cafetería, a cargo de la empresa municipal de Gastronomía.
Ricardo Castillo Séculis, administrador del complejo dice que abren para el horario de almuerzo y que los alimentos más demandados son las variedades de espaguetis, de arroz, el cerdo guisado y el pollo.
“Los precios no sobrepasan los cinco pesos, a excepción del último. Diariamente atendemos a más de cien personas y se marchan complacidos.”
El joven administrativo ilustra que el costo del espagueti no rebasa los dos pesos; y los platos de arroz cuestan veinte centavos en moneda nacional.
“Ahora valoramos la posibilidad de abrir en el desayuno y ofertar chocolate caliente, bocaditos de jamón y queso, huevos, leche y café. Además construiremos unos hornos para la elaboración de pizzas y terminaremos la barra del restaurante.”
El segundo administrador del complejo, Carlos Santana Lotti tiene un poco más de experiencia en el “giro” gastronómico manzanillero y habla orgulloso de la responsabilidad del colectivo: “Aquí todos los trabajadores son responsables.”
“El mes anterior sobrepasamos la recaudación prevista al materializar 10 mil pesos por encima de lo programado. Eso es fruto de la consagración colectiva y además el apoyo que recibimos de los directivos de la empresa y del rectorado de la Universidad.”
“Los servicios los extendemos a los participantes en los eventos de salud pública que se organizan en la institución académica y alquilamos los locales a los trabajadores del centro, sus familiares y otras personas interesadas para aumentar los ingresos.”
El Turquino brilla y, aunque no es la cima más encumbrada de la Isla, los trabajadores de ese restaurante en la Universidad de Ciencias Médicas de Granma sí ponen bien alta la varilla de la eficiencia y calidad en la prestación de los servicios, méritos que los hacen crecer en la cotidianidad.
