Brota nueva simiente para la inclusión

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Por Luis Morales Blanco | 27 octubre, 2023 |
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FOTO Archivo Luis Carlos Palacios Leyva

La  constitución de la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI) en La Habana, Cuba, en junio pasado, representa un hecho singular de  amor al prójimo.

Desde entonces en Granma germina lo que podrá concretarse en marzo o abril próximos, pues la directiva de la  ACPDI  ya emprende acciones bajo el liderazgo de  la bióloga Leidys Montano Pérez.

Leidys Montano Pérez/ FOTO cortesía de la entrevistada

Esta profesional tiene como cartas de presentación su experiencia docente, voluntad probada ante las dificultades, aptitud y sensibilidad.

La coordinadora de la ACPDI y  su incipiente equipo, con disímiles expectativas, se encuentran inmersos en la identificación de personas y familias con esa condición.

¿Objetivos?

“Brindarles acompañamiento especializado, y  promover su desarrollo inclusivo,  siempre de conjunto con los órganos de gobierno y especialmente el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,  con el fin de implementar políticas y proyectos para el bienestar de esas familias, explica Montano Pérez.

“Es un sector muy vulnerable y aún no se había unido a  ese respaldo legal como sus similares Ansoc, Anci  y Aclifim que existen y actúan hace varios años”, precisa la joven.

Algo muy  enaltecedor: ese valeroso “team” hace el mejor uso de las redes sociales: desde un grupo de Whatsapp amplifican acciones,  ganan y aglutinan nuevos miembros, mire el lector qué  ejemplo de buen hacer  para quienes  malgastan las opciones de la telaraña informática en banalidades e incluso en fomentar odios.

“El 6 de octubre conmemoramos  el  Día de las personas con parálisis cerebral y este mes completo lo dedicamos a la concientización con las personas con síndrome Down”.

Las  proyecciones del equipo están encaminadas  a la capacitación y  apoyo emocional a esas familias, sumar a los  acompañantes,  ya “somos unos cuantos”,   afirma quien por estatutos es su representante  legal.

¿Propósitos?

“Intercambiar, sentirnos apoyados, promover el desarrollo individual y colectivo de este  segmento  mediante instituciones como el Inder, Cultura, Educación y Salud Pública, entre otros, como el resto de las asociaciones de personas en situación de discapacidad.

“Además,  desde la instancia nacional  se orienta la creación de  talleres municipales, pues muchas veces  cuando los alumnos terminan su ciclo escolar o después de cumplidos  los 18 años regresan a sus hogares, y pudieran perder habilidades adquiridas; mediante estos talleres, los más desarrollados pudieran desempeñar un empleo con la consiguiente inserción laboral y eso ayudaría también a cuidadores  y apoyos que a veces tienen que dejar su trabajo para atenderlos”.

Ya hay experiencias en talleres similares con los miembros de otras asociaciones de personas en situación de discapacidad.

Nuestra Constitución tiene claridad meridiana:  “El Estado, la sociedad y las familias tienen la obligación de proteger, promover y asegurar el pleno ejercicio de los derechos de las personas en situación de discapacidad.”

¿Precisiones?

“Naturalmente necesitamos un local para asociados e instituciones que trabajen en los objetivos que nos hemos propuesto”, valora Leidys.

Las personas con discapacidad intelectual no tienen un tope en su aprendizaje; con la estimulación adecuada, sus opciones pueden ser ilimitadas, pueden alcanzar grandes resultados. Su interacción con otras personas es beneficiosa para todos. Al llegar a la adultez, algunos pueden llevar una vida independiente, autónoma y productiva, y hasta formar su propia familia.

Montano Pérez asegura que “ser y dejar ser” es un principio interactivo para lograr el autovalidismo de los miembros y sus familiares.

Leidys  y su esposo Yoel Otero comparten un hogar feliz con sus dos hijos: David Alejandro, con exitosas pruebas de ingreso al nivel superior y  Daniel Ernesto, diagnosticado con  discapacidad intelectual leve, a quien después de la pandemia de  Covid 19 ella, como su profesora, educa en el propio hogar.

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