La Habana.- (ACN) Cuatro años pasaron desde la puesta en marcha del Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial que hoy, en esta capital, se debatió en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente con vistas al I Período Ordinario de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Esa iniciativa, aunque la lidera el Ministerio de Cultura (Mincult) junto a la Comisión “José Antonio Aponte” de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), le compete a todos los Organismos de la Administración Central del Estado porque respalda el sentido de justicia social e igualdad enarbolado por la Revolución desde 1959, expresó Alpidio Alonso, ministro de Cultura.
Alonso destacó que se trabaja en acciones concretas a partir de los diagnósticos existentes para solucionar las problemáticas desde una perspectiva descolonizadora y antirracista.
Para ello, precisó el titular, se realizan tareas en el ámbito institucional, comunitario, educativo y comunicacional para incidir en la formación individual y colectiva contra el racismo.
Fernando Rojas, viceministro de Cultura, puntualizó que se avanzó en la implementación de algunos subprogramas como los relacionados con la preservación de la memoria histórica y la temática del color de la piel en la política de cuadros de cada centro laboral.
Insistió en que esa iniciativa gubernamental y cultural tiene que mover la sensibilidad de todos en función de conseguir un único color: el cubano.
Rolando Rensoli, vicepresidente de la Comisión Aponte, detalló los motivos por los cuales es necesario desterrar el término razas de las conceptualizaciones culturales en la mayor de las Antillas.
El investigador subrayó que, desde el punto de vista constitucional, la Carta Magna refrendada en 2019 ampara la denominación de color de la piel, motivo por el cual ningún ciudadano puede ser víctima de discriminación.
Lo correcto, enfatizó Rensoli, es hablar del etnos que es único y nos distingue porque somos cubanos, fruto del mestizaje que marca la diferencia respecto a otros países de la región de América Latina y el Caribe.
Comentó que sí es posible hablar de racismo porque es una construcción cultural que, a golpe de trabajo, paulatinamente se destierra de los mensajes y comportamientos habituales en la población y en las industrias mediáticas.
Miriam Nicado, diputada y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, dijo que más que trabajar con cifras, el Programa para lograr su efectividad debe contar con todos los habitantes del archipiélago para echar hacia adelante un proyecto donde predomine la igualdad.
En Cuba tenemos un solo color y es el color cubano y hay que vivir orgullosos de esa condición, aseveró la también rectora de la Universidad de La Habana.
Pedro de la Hoz, periodista, refirió que ese calificativo se convertirá en la fase integradora de la sociedad en el territorio nacional y del que cada uno debe tomar conciencia.
Resaltó que esa será una vía necesaria para responder a la campañas difamatorias que se tejen para empañar la política cultural de la Revolución.