Café con aroma a compromiso

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Por Orlando Naranjo Escalona | 1 septiembre, 2025 |
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FOTO/ Orlando Naranjo

Bartolomé Masó, Granma. – Para los masoenses, el café es más que un cultivo; es el latido económico de su tierra montañosa, una tradición que se siembra, se cuida y se hereda. Es el aroma que define las mañanas y el fruto que, con paciencia, crece ante los ojos de quienes un día plantaron la semilla y el compromiso.

Tras una campaña 2024 – 2025 que cerró por debajo de lo previsto, con 91 toneladas de café oro procesado, la meta para el actual ciclo es ambiciosa y alcanzable, además: acopiar mil 93 toneladas de café cereza, equivalentes a unas 264 toneladas oro del preciado grano. Un desafío que se enmarca en un contexto complejo, marcado por el cambio climático y la escasez de recursos de todo tipo.

Para conocer los pormenores de esta crucial contienda, La Demajagua (LD) dialogó con la ingeniera Noelsis Enrique Benítez, directora general de la Empresa Municipal Agroforestal masoense.

LD: Directora, ¿cómo evalúa usted la infraestructura y el escenario actual para enfrentar esta cosecha, partiendo, además, del uso de la fuerza?

“Nos hemos venido preparando desde que culminamos la anterior. Sin embargo, hemos sufrido las consecuencias del cambio climático, con sequías prolongadas y lluvias intensas, aparejada a la falta de recursos, lo que ha provocado afectaciones al cultivo. Lo que obligó realizar un riguroso estimado productor a productor, con calidad, para conocer la producción real de nuestros cafetales”.

“En este empeño hemos establecido contratos con 33 bases productivas, entre UBPC, CPA, CCS y Fincas Estatales. Contamos con 11 centros de beneficio húmedo y uno de procesamiento seco, ubicado en El Cerro. Prevemos además la incorporación de más de mil 400 trabajadores, incluyendo unos mil 200 cosecheros como fuerza interna de nuestras montañas y otros 200 dedicados al beneficio, transporte y atenciones culturales. Además, unos 50 movilizados que estarán listos para sofocar los picos de cosecha en el momento que se presenten, muy probables para los meses de octubre y noviembre, como es común aquí”.

LD: Y sobre los recursos logísticos indispensables, ¿qué nos puede decir?

“Los recursos fundamentales como sacos, clavos de herrar y herraduras ya se encuentran en los almacenes de la empresa. Respecto al transporte, aunque ha disminuido, contamos con más de 900 animales de carga, fundamentalmente mulos, caballos y burros”.

“Un reto importante que hemos enfrentado es el hurto y sacrificio de estos animales, lo que ha afectado a varios productores, por lo que requerimos del máximo cuidado para proteger este vital medio de trabajo”.

“Para el transporte motorizado –agregó–, el café seco de las despulpadoras y el cerezo de los puntos de compra se garantizará con tres camiones de nuestra base empresarial”.

LD: Ante volúmenes que no son altos, la eficiencia es clave. ¿Cuáles son los objetivos de calidad trazados?

“Efectivamente, ante este desafío, cada grano debe llegar a su destino. Perfeccionamos nuestro sistema de trabajo. Nos proponemos despulpar como mínimo el 85% del café arábico y todo el robusta posible. Buscamos que alrededor del 50% del café acopiado esté en el rango del 0 al 10% de calidad y ubicar entre el 0 y el 4% el 5% de todo el grano despulpado”.

“Para ello, será vital mantener las afectaciones de la broca (Hypothenemus hampei) por debajo del umbral económico y así vender según la norma ramal de calidad que estipula un rendimiento industrial por encima de 3.72 libras por lata el café arábico y 5.60 en el caso del robusta”.

LD: Para finalizar, ¿cuál es su mensaje para los caficultores masoenses?

“Convocamos a todos los implicados a hacer de esta cosecha una de las más eficientes y productivas de los últimos años, a pesar de las limitaciones. Y queremos transmitirle a la máxima dirección del Partido y el gobierno que con los caficultores masoenses puede contar”.

“Porque no hay para nosotros mayor compromiso que lograr la prevalencia de un cultivo que, más que desarrollo social y económico para nuestro territorio, representa historia, tradición y cultura”.

Con la frente en alto y la tierra en sus manos, los caficultores masoenses apuestan una vez más por el fruto rojo que forja su identidad y sustento. La ruta está trazada; ahora, el trabajo conjunto escribirá el resultado.

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