Campeón sin mella y sin tacha

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Por Luis Morales Blanco | 17 agosto, 2024 |
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Cuba entera esperaba con ansias la cita olímpica, en especial para ver en acción a su vencedor, Mijaín López; el mundo deportivo entero se sumaba a ese anhelo, menos un grupito. Lo primero que intentaron sembrar fueron las dudas sobre si alcanzaba su quinto título olímpico y lo comparaban con supuestos rivales más jóvenes y con mejores posibilidades.

Pero nadie les creyó, salvo ellos mismos; otros al verlo enfrentar al también cubano Yasmani Acosta, creyeron ver desavenencias y rivalidades fuera y dentro del colchón, mas… se embarcaron: desde los inicios fue aclarado que Acosta surgió de Cuba y nunca nos fue ajeno, siempre pidió y recibió consejo de su mentor, siempre camarada… el grupúsculo quería que Mijaín perdiera, pero no, se impuso la astucia, la nobleza y la temible fortaleza del gigante cubano.

Ahora, después de ser ya el pentacampeón olímpico, absurdos memes, ( tontemes, diríamos), lo visualizan viejo, entregado alcohol y olvidado por quienes antes lo aclamaron. Qué lejos están de la verdad! Al modesto coloso de Herradura, en distintas ramas de la lucha Greco, del movimiento deportivo cubano e, incluso, del olimpismo internacional, aún le aguardan nuevas metas.

Quienes muestran su aguijón envidioso, pretenden desconocer el prestigio y el amor que el pueblo y sus dirigentes le profesan a uno de sus más caros símbolos.

Por qué tanta saña? Fácil! Quien se arrastra por el fango, no resiste ver a otros brillar; esas personas debían atender este consejo: la verdadera luz no se apaga ni con la más negra tiniebla.

Y miremos este ejemplo: desde el lejano Chile, la Villa de evangelista Boca Sur público en Facebook: histórico: una persona de piel negra, latina y además, oriunda de Cuba, se acaba de convertir en el primer deportista en toda la historia de la humanidad en ganar cinco medallas de oro de manera consecutiva en juegos olímpicos (…)

Frente al edadismo, al racismo, a la xenofobia y al eurocentrismo, todos somos clave. Gracias, Mijaín. Sin más comentarios.

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