
Cada año se celebra en la ciudad de Bayamo, la jornada homenaje a la interpretación de la primera canción romántica cubana, La Bayamesa, que tuvo como protagonista a José Fornaris, Carlos Pérez, Francisco Moreno Castillo y Carlos Manuel de Céspedes, quienes se dieron cita en la noche del 27 de marzo de 1851, en los frentes de la ventana de la casa de Luz Vázquez para dedicarle a la joven una serenata.
Después de dos años aislados por la pandemia de la Covid-19, llega la Trigésimo Séptima Edición de esta jornada hasta el 27 de marzo, dedicada a la trova cubana y al aniversario 171 de ser cantada por vez primera la canción La Bayamesa.
Durante tres días la dirección de Cultura en el municipio de Bayamo se propone un conjunto de actividades donde se mostrará al público los logros en el ámbito local, extendido en esta ocasión a las comunidades, poniendo de manifiesto la solidez de la cultura como ente generador del quehacer cultural, artístico y literario del territorio.
Un desfile desde el llamado Parque de los Coches hasta la Plaza de la Revolución, inauguró la jornada que mantiene desde este viernes en los portales de la librería Ateneo y la Casa de Cultura 20 de Octubre, expoventa de libros y presentación de los colectivos de artesanos pertenecientes a los proyectos comunitarios Juana Moreno, 12 de Enero y Bayam.
El programa incluye el evento teórico Bayamo, cultura e historia, que tendrá su sede en el Museo Casa Natal Carlos Manuel de Céspedes, y habrá conversatorios y recorridos por sitios históricos relacionados con la canción La Bayamesa.
La premiación del concurso Canción para una ventana y el concierto del Coro Profesional de Bayamo
en el Museo de Cera constituirán el colofón de la festividad que se extiende en la noche del domingo hasta la Plaza de la Revolución con el espectáculo Soneando la trova y la presentación del proyecto Bayamo entre dos amores.
A 171 años de su interpretación La Bayamesa, ha calado profundamente en la conciencia de los moradores de esta ciudad insurrecta, ante los nacientes procesos en la forja de la cubanía, y ha logrado a través de diferentes generaciones que perdure hasta nuestros días, como la nota más vibrante, después del himno redentor de Bayamo.