Ciento setenta y seis años se cumplen hoy del natalicio de Carlos Baliño, en Guanajay, La Habana. Nació y creció en el seno de una familia revolucionaria. Luchador honesto y digno a quien José Martí calificó como…“Un cubano que padece con alma hermosa por las penas de la humanidad y solo podría pecar por la impaciencia de redimirlas” (…) “Fortuna verdadera (…) para Cuba, es que vayan allí hombres como Carlos Baliño, que sabe conciliar la libertad ardiente con la elevación que la acredita y asegura, que padece, angustiado, de toda pena de hombre”.
Cursa estudios en la Universidad de La Habana y adquiere conocimientos sobre Artes plásticas, en la Academia de San Alejandro.
Desde joven le apasiona escribir por lo que comenzó a colaborar en algunas de las publicaciones que circulaban por aquel entonces en su ciudad natal, entre ellas: El Fénix, La Crítica y El Alacrán ocasión que utiliza para expresar sus ideas revolucionarias.
Abogó por una sociedad sin explotadores ni explotados, manteniendo la idea que la unidad era el punto clave para que la nación fuera soberana e independiente, e insistió en la creación de un partido con una doctrina y objetivos para la transformación social y política; un partido que pueda, como aprendió con Martí, hacer la verdadera Revolución.
En 1869 Baliño se vio obligado a marcharse a los Estados Unidos debido a la persecución que desataron las autoridades españolas por su desempeño radical y patriótico.
Se radicó primero en Nueva Orleáns. Luego se trasladó a la Florida donde formó parte del asentamiento de emigrados cubanos. Trabajó como escogedor de tabaco y en otras labores relacionadas con este cultivo.
En Cayo Hueso fue vocal del Gremio de Escogedores, participó en el movimiento obrero y colaboró en “El Yara”. En Tampa contribuyó a fundar Ibor City y cofundador, con Ramón Rivero, del primer gremio obrero, «Caballeros del Trabajo»
Colaboró con distintas publicaciones y también en la organización de entidades gremiales y en logias masónicas en las que hacía propaganda en pro de la lucha independentista cubana.
Es así como Carlos Baliño conoció a José Martí en Nueva York y en 1892 participó en la fundación del Partido Revolucionario Cubano.
Al finalizar la guerra independentista en 1898 regresó a Cuba. En 1902 aparecieron trabajos suyos en diversos periódicos cubanos.
En noviembre de 1903 fundó el Club de Propaganda Socialista de La Habana y al año siguiente ayudó a organizar el partido obrero que logró después convertirlo en Partido Obrero Socialista, que existió varios años.
En marzo de 1923 fundó la Agrupación Comunista de La Habana. En ese año conoció a Julio Antonio Mella con quién estrechó lazos de una gran amistad. En 1924 fundó y dirigió “Lucha de Clases” primer periódico marxista leninista de Cuba, órgano de la Agrupación Comunista de La Habana.
En julio de 1925 participó junto a Mella en la creación de la Sección cubana de la Liga Antimperialista y el 16 de agosto de ese año fue uno de los fundadores del primer partido marxista leninista de Cuba el primero de carácter marxista, y en una coyuntura en que prevalecía la mano férrea y sanguinaria de una violenta dictadura. Fue elegido miembro de su Comité Central.
Estuvo entre los fundadores del Partido Revolucionario Cubano en 1892, junto a José Martí, y el primer Partido Comunista de Cuba, junto a Julio Antonio Mella en 1925.