El 12 de mayo de 1954, Fidel Castro escribe una carta a Melba Hernández, desde la prisión de Isla de Pinos, donde sus primeras palabras estuvieron dedicadas al valor de su autodefensa, clasificándola como: “un documento básico sobre el cual llevar la lucha”.
En la carta hace un llamado de alerta con respecto a la relación con otras fuerzas políticas. Les convoca a ser cuidadosos, no dejar absorberse por ellas, exponiendo las acciones divisionistas y oportunistas de la Organización Auténtica (OA), de Carlos Prío, y la Triple A, de Aureliano Sánchez Arango, que cuentan con millonarios recursos y gran cantidad de armas que utilizan para deslumbrar y atraer a revolucionarios deseosos de combatir el régimen. Apuntando: “El único propósito de ellos es el poder. El nuestro, la verdadera revolución. Hoy dirigen la lucha con el pretexto de que tienen millones, mañana robarán millones con el pretexto de que sirven para la lucha. No puede hacerse ningún acuerdo sin la aceptación previa de nuestro programa”.
El escrito de Fidel a Melba se encuentra resguardado en los archivos de la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República de Cuba. Al cumplirse 70 años de ser escrita Cubadebate y el Sitio Fidel Soldado de las Ideas comparte con sus lectores este valioso documento.
De Fidel a Melba (Estrictamente confidencial)
Programa revolucionario nuestro incluido completo en el discurso. Todo él es un documento básico sobre el cual llevar la lucha. Considero muy importante prestarle el mayor interés. Se bien cuanto significa en estos momentos para nuestra causa. Si queremos que los hombres nos sigan hay que enseñarles un camino y una meta digna de cualquier sacrificio. Lo que fue sedimentado con sangre debe ser codificado con ideas.
Contesto a tus consultas. Tengo una tremenda desconfianza y un concepto bastante malo de los monterealistas. La conducta de este grupo para conmigo y el movimiento ha sido la siguiente: antes del 26 de Julio: desconocemos, excluimos, sabotearnos y quitamos la gente restregándole por la cabeza sus bolas, mentiras, pronósticos y alardeando de las ventajas que le daban sus millones robados; durante el 26 y los días siguientes: envidiarnos, criticarnos, calumniarnos y llegar a decir inclusive que habíamos dado el golpe de acuerdo con Batista; después del proceso: callarse la boca, dejarnos solos en la lucha contra la calumnia, el crimen y la miseria. No han sido inteligentes siquiera porque por miedo a engrandecer el heroísmo de nuestra causa dejaron sin denunciar los crímenes de Batista. Hemos tenido que pelear solos antes del 26, el 26 y después del 26; ahora representamos un ideal limpio de máculas y tenemos derechos a ser los abanderados del mañana. No podemos vender nuestra primogenitura por un plato de lentejas ¿Cuál es ahora la posición de esos señores? Siguen igual; todo lo más una farsita de elogio para engatusarnos y hacernos luego igual o peor que los que le hicieron a la Ortodoxia, es decir, llevarlos a una encerrona, desprestigiarlos y después botarlos como se vota una mala concubina.
Yo sé que es difícil mantener un punto de vista firme cuando todo el mundo está diciendo que llega la hora cero; yo sé de sobra que la gente se desespera por tener un arma y se ha sido el único recurso de los monterealistas para conquistar a defectos a base de ofrecerlas; pero ya estoy harto de desesperados: son lo que más exigen e impacientan antes de la lucha y son los que menos pelean cuando llega la hora para ellos la revolución no es más que una bella aventura.
Es necesario comprender bien que hoy, más que una fuerza real somos una idea, un símbolo una gran fuerza en potencia. Será para bien de Cuba si sabemos seguir una línea. Estamos dispuestos a dar por la libertad hasta la última gota de sangre; pero si la lucha ha de ser para tener que sufrir las arrogancias las humillaciones y las ínfulas que la dirigen por el sólo hecho de haber robado millones, augurando desde ahora lo que van a hacer después no vale la pena derramar una sola gota. El único propósito de ellos es el poder. El nuestro, la verdadera revolución. Hoy dirigen la lucha con el pretexto de que tienen millones, mañana robarán millones con el pretexto de que sirven para la lucha. No puede hacerse ningún acuerdo sin la aceptación previa de nuestro programa, no porque sea nuestro sino porque él significa la única revolución posible, sin excluir por supuesto la confiscación de bienes a todos los malversadores de todos los gobiernos. Cosa que desde luego les llega bien cerca.
Esto es lo que pienso de corazón. Quiero que se lo expreses a la gente de México; yo sé que tienen que pensar sobre ellos iguales razones. Te reitero que lo que al fin decidan ustedes lo aceptaremos nosotros por cuanto actuarán en posición de mejores elementos de juicio. Solo les pido que midan con inteligencia y grandeza cada paso. No importa que las filas se queden vacías, el camino es largo; si sabemos mantener muy alto nuestros principios serán algún día la bandera de la verdadera y posible revolución.
Contestando a otros puntos. Vega me pareció siempre demasiado flojo no creo que vaya lejos. Pero hay gente buena. No te desanimes. Ya irán apareciendo.
La gente del Río de la Plata son unos politiqueros y yo soy contrario a cualquier ayuda de ese tipo.
Tus disposiciones me parecen muy inteligentes. Sé que estás luchando mucho. Llévale a Esperancita mi saludo y mi reconocimiento. Le echo mucho de menos a H. Hay que organizar enseguida una campaña contra mi incomunicación hace ya 90 días que estoy solo peor que en Boniato sin comparación.
Un abrazo, Fidel