En 14 departamentos de la mitad Sur fue decretada la vigilancia roja, la máxima posible, ante fenómenos inusuales y peligrosos ligados al episodio canicular, el número 51 que se registra en Francia desde 1947 y el trigésimo cuarto del presente siglo.
Autoridades de salud multiplican los llamados a las personas a mantenerse hidratadas, a evitar los ejercicios físicos fuertes, el café y el alcohol y a atender a los más vulnerables.
Solo territorios de la mitad norte, como las regiones de Bretaña y Normandía, escapan a las muy elevadas temperaturas, en una ola de calor que continuará el miércoles con fuerza.
Météo France ya adelantó para mañana un escenario similar, con casi todo el país en alerta.
En Francia cada canícula genera inquietudes y trae a la memoria la sufrida en 2003, que dejó 15 mil víctimas fatales.
La víspera quedaron establecidos nuevos récords absolutos de temperatura en varias ciudades y comunas, con una valor en la sureña Sauternes (42,5 grados Celsius) que superó los 41,8 registrados en 1906.