
“Transcurría el año 2001, culminaba estudios en la Escuela nacional de técnicos de bibliotecas y cumplía mi servicio social, cuando una convocatoria me llevó a la Televisión Serrana, motivada por el trabajo en la videoteca.
“Necesitaba familiarizarme con el departamento de Archivos y acudía regularmente a la televisora, hasta que el 1 de abril de ese año me incorporé oficialmente.Era necesario organizar los documentales y el resto de los materiales en ese período de transición, cuando Daniel Diez entregaba la dirección a Waldo Ramírez.
“Llevo 21 años de trabajo y aprendizaje en este hogar-escuela cultivador de saberes, entidad que me ofreció la posibilidad de presentarme a las pruebas del Instituto Superior de Arte, Filial Holguín, en la especialidad de Edición, de la que egresé.
“En este castillo con muchas puertas para entrar por la mejor permanezco la mayor parte del tiempo: investigando, interactuando con los artistas y la comunidad, creando, junto a los pasos del equipo fundacional.
“Siento orgullo de trabajar en la videoteca, de formarme en esa especialidad que admiré desde el inicio y de la que todavía aprendo. Es una labor humanista, de transformación constante, de actualización permanente para estar a la par del mundo, en ella convergen entrega, aprendizaje, dedicación y sensibilidad despierta frente al capital humano, sus valores e historias.
“A la TVS he dedicado la mitad de mi vida, le he aportado mis ganas de hacer, aquí aprendí a querer y ser querida, a formar parte de un equipo que, desde el inicio, admiré por su creatividad y desempeño colectivo, armónicamente estructurado.
“En esta productora la idea crece desde el momento que se gesta, aportamos, fluye la comunicación interpersonal y se mantiene el legado de Daniel, fomentado durante su permanencia en el Icaic.
“Siempre hacemos un primer corte de edición y lo presentamos a nuestro primer jurado: el arriero, las cocineras…, universo social que siempre nos acompaña para expresar criterios, respecto al visionaje, una acción digna de reconocer.
“Las tradiciones campesinas e historias de vida del hombre de la montaña son referenciales en nuestros documentales, también sus preocupaciones y problemáticas, muchas de ellas solucionadas luego de la proyección pública de esos materiales.
“No pretendo engrandecer el ego de nuestros artistas, personal técnico y de apoyo, pero sí resaltar que la responsabilidad en la formación de nuestro patrimonio cultural nos toca a todos.
“Este castillo también abre sus puertas a quien toque a ellas para aportar ideas y continuar el proyecto de Daniel Diez, iniciado tres décadas atrás”.