“Nadie sabe el valor del agua, hasta que le hace falta”, escuché decir a un transeúnte cuya frase acuñada me hizo repensar en tratar el asunto del ahorro del preciado líquido, una vez más.
Cuando caminamos por algunas de las arterias de nuestra ciudad y evaluamos la vida social, nos damos cuenta de que varios factores atentan contra nuestra existencia como, por ejemplo, el derroche del agua.
Aunque todas las personas tenemos derecho al importante fluido, es menester su uso racional, para mantener nuestra salud, el crecimiento económico y el equilibrio del mundo.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), el planeta se encuentra en un stress hídrico (la demanda de agua es mayor que la disponible), debido a países y personas con menos posibilidades de acceso.
En nuestro país se hace una distribución equitativa del fluido, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad en todos los órdenes: en el proceso industrial y el agro alimentario, pero, en primer lugar, la de consumo humano.
Este año, Granma destinó más de 50 millones de metros cúbicos de agua para el abasto, por lo que precisa de la regulación hidrológica, a merced de la conciencia y de la cultura del ahorro, además de acciones urgentes para eliminar los numerosos salideros, que provocan pérdidas de millones de hectómetro cúbicos del líquido.
Durante los primeros seis meses, en la provincia el servicio no fue suficiente en la entrega, calidad y ciclo de abasto, pero va en camino de mejoramiento.
Quedaron instalados 18 equipos de bombeo, entre ellos uno con nueva tecnología ecológica, de panel solar, en la comunidad de El Entronque, en Media Luna, para beneficiar a 80 habitantes.
Mientras, continuó la reanimación de infraestructuras en algunos municipios granmenses, entre los que se destacan Guisa, con una nueva planta potabilizadora a punto de entrar en funcionamiento; Manzanillo, en la conductora P-5 del rebombeo Cayo Redondo, y Río Cauto, donde se trabajó en la conductora, pero aún falta sustituir 11 kilómetros de tubería.
En Bayamo, la puesta en marcha de una desanilizadora en la comunidad de Las Mangas, beneficia a mil 197 habitantes, en tanto se acometen labores en la estación de bombeo P-5 Pompita-Malvango, para incorporar 45 litros por segundo a la planta potabilizadora Santa Isabel.
Acciones de inversión, mantenimiento electromecánico y de construcción civil, tienen lugar en la presa bayamesa Cauto del Paso.
En Granma, de 804 mil 331 habitantes, 609 mil 123 reciben agua por las diferentes vías de distribución: red hidráulica, tiro en pipa y la de fácil acceso (puntos de concentración para adquirir el importante fluido).
Considerando las necesidades y posibilidades de todos, y la voluntad de los trabajadores del sector, quienes recientemente festejaron el aniversario 62 del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, ¿por qué no cerrar la llave de la inconsciencia de aquellos que derrochan la fuerza motriz de la naturaleza? En buena medida, la supervivencia de la especie también depende de usted. ¡Ahorre, pero ahorre ahora!