Cerro Pelado, el despegue definitivo

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Por Leonardo Leyva Paneque | 10 junio, 2022 |
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De izquierda a derecha, Alfredo, María del Carmen, Juan Agustín y Francisco Javier / FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

Si la epopeya de San Juan 1966 trascendió en el tiempo, no solo fue por la convicción de la embajada cubana de llegar a la ciudad puertorriqueña y de competir, también por lo que significaba la justa, en ese momento, para su naciente movimiento atlético.

El ambiente hostil al que fue sometida la delegación, desde la misma partida en el buque Cerro Pelado hasta el arribo a suelo boricua, pudo impedir la tremenda demostración de sus más de 300 competidores.

De hecho, aquellos Juegos Centroamericanos y del Caribe y el segundo lugar por naciones, mostraron al mundo que el deporte en la Mayor de las Antillas andaba por el camino correcto; ya comenzaba a convertirse en derecho del pueblo.

Incontables anécdotas surgieron, desde la misma travesía que, aunque dura y agobiante, no pudo truncar la intención de participar de los atletas criollos, incluyendo a los cuatro representantes de Granma.

“Tuvimos que desembarcar casi cinco millas antes, aunque teníamos el compromiso de llegar, bajo cualquier circunstancia”, recordaba a La Demajagua, hace seis años y a propósito del medio siglo de aquel acontecimiento, Alfredo (Pachi) Blanco Díaz, campeón con el equipo de voleibol masculino.

“Jamás vi cosa igual, con policías ubicados detrás de nosotros en el área de competencia”, apuntaba, la jiguanisera María del Carmen Moreno Diéguez, bronceada en el lanzamiento de jabalina, apenas con 18 años de edad.

Describir las condiciones difíciles del viaje no le fue complicado al ya fallecido, el exbeisbolista Juan Agustín Arias Tornés, quien sobresalió en los diamantes del archipiélago por su potente brazo y jugadas brillantes en el campo corto.

Entonces, revelaba lo complejo que le resultó hacer el grado con la selección nacional y cómo desertó una oferta millonaria, junto al exlanzador Aquino Abreu, “quería regresar a mi Patria, eso y el triunfo de Cuba era lo que más me importaba”.

Durante un intercambio con jóvenes atletas de la provincia, el también fallecido Francisco Javier Moreno Escalona, expresaba: “Si ustedes tuvieran que enfrentar una situación similar, sé que lo harían como lo hicimos nosotros, en San Juan”.

Por eso, los sucesos del Cerro Pelado aun retumban como una hazaña del deporte cubano, no solo porque desafió al imperialismo y a su política hegemónica, también porque lograba el despegue definitivo.

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