
Santiago de Chile,- Rari es una localidad chilena conocida por su artesanía única en el mundo: el tejido con la crin de caballo, oficio que tiene más de dos siglos y es transmitido de generación en generación de madres a hijas.
Entrelazando el pelo de la cola del corcel con el ixtle, una fibra vegetal traída de México, las mujeres fabrican objetos ornamentales en miniatura como mariposas, muñecas, ángeles, flores, marcadores de libros, sombreros, rosarios y otros artículos de vivos colores.
“Somos cinco hermanas y todas tejemos. Aprendimos de mi mamá”, declaró a Prensa Latina Lilian Méndez, una de las artesanas, durante la exposición presentada en el Centro del Vino Concha y Toro.
La muestra es un mariposario, con más de mil 300 ejemplares elaborados a mano y representativos de la Vanessa Carye, especie emblemática que es vital para el ecosistema de la región central de Chile donde abundan los viñedos.
Sobre el proceso de elaboración, Méndez explica que compran las colas de caballo a la gente que va a los mataderos. Luego el material es lavado con detergente para eliminar la grasa.
Una parte se deja en su color natural, como el negro, el café y el blanco y el resto se tiñe de rojo, azul, amarillo o verde.
“Son las mujeres las que se dedican a esta labor, sobre todo las más antiguas, porque las jóvenes buscan otras opciones, ya que esto no da mucho como para vivir”, afirma.
Ruth Méndez, otra de las hermanas, destaca la importancia de esta exposición a fin de visibilizar el trabajo, lo cual es una motivación para seguir adelante con la tradición, lograr que se preserve y trascienda a las nuevas generaciones.
En 2010, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes declaró al grupo de tejedoras como Tesoro Humano Vivo.
Cinco años más tarde Rari fue considerada como Ciudad Artesanal por el Consejo Mundial de Artesanías, una organización sin fines de lucro afiliada a la Unesco que promueve a las localidades por sus tradiciones, desarrollo cultural y potencial turístico.