Expertos de la Universidad Rice en Houston, Texas, desarrollaron un implante capaz de recolectar energía a partir de las emisiones de radiofrecuencia enviadas por una unidad de batería externa.
En el modelo presentado, el emisor de energía inalámbrico puede hacer bien su trabajo hasta alejado a varios centímetros de distancia.
Los marcapasos utilizan señales eléctricas para hacer que el corazón mantenga un ritmo constante y con la tecnología convencional no se implantan directamente en el corazón sino que se sitúan a una distancia prudencial de él.
Como las señales eléctricas del equipo se transmiten al órgano por unos cables, siempre existen algunos problemas como sangrado e infección, pero el nuevo prototipo inalámbrico reduce estos riesgos, afirmaron sus creadores.