La zona montañosa de Mar Verde, en Santiago de Cuba, fue el escenario de su último combate. Es 29 de noviembre de 1957. Hace 66 años, cae en combate el capitán del Ejército Rebelde Ciro Redondo García.
Era el segundo hijo de un humilde matrimonio, compuesto por Evaristo Redondo Tejeiro y Clara García Rodríguez. Nace el 9 de diciembre de 1931, en Artemisa. Un joven de carácter fuerte y alegre, que desde su adolescencia siempre se enfrentó a las injusticias.
Curso estudios en una escuela particular y, posteriormente, en la Academia Pitman en horario nocturno que alternaba con su trabajo. Se graduó de mecanografía y teneduría de libros.
A principios del año 1951, comenzó a trabajar en la tienda de la Casa Cabrera, donde lo sorprende el zarpazo del 10 de marzo del 1952.
Su carácter de joven rebelde y de convicciones bien aceradas lo conducen a luchar contra Fulgencio Batista. Este hecho impactó al joven y comienza a reunirse con un grupo de muchachos que al igual que él conspiraban contra la tiranía y practicaban tiro.
Unidos se prepararon para enfrentar al régimen opresor con total discreción.
Abandona su trabajo en la tienda y junto a otros miembros de la Generación del Centenario se enrola en los sucesos del cuartel Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, el 26 de julio de 1953.
Al recibir la orden de retirada salen de Santiago. Julio Díaz y Marcos Martí Rodríguez van en ese grupo que llega hasta las cercanías de la playa Siboney. La familia Prada residente en el lugar los protege de los militares de la dictadura.
Ciro y Marcos Martí permanecieron en la zona, hasta que fueron delatados y apresados.
Cuando eran trasladados por la carretera, Marcos es asesinado por la espalda y Ciro golpeado, logró salvar la vida gracias a uno de los guardias que no permitió que fuera ultimado allí.
Sometido a juicio, fue condenado a 10 años de privación de libertad, de los que solo cumplió una parte en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, gracias a la amnistía general lograda por la amplia presión popular a favor de los participantes en las acciones del 26 de julio.
En 1956, es acusado de repartir manifiestos que llamaban de nuevo al combate. Estuvo preso por 32 días.
Al salir de la cárcel, partió hacia el exilio en México en el vapor Covadonga. Allí se reúne con Fidel y participa en los preparativos de la expedición del Yate Granma.
Es uno de los 82 integrantes de la expedición del yate Granma, que el 2 de diciembre de 1956 llegó a playa Las Coloradas, en la costa suroriental cubana, con el objetivo de ser libres o mártires.
Después del revés de Alegría de Pío es uno de los pocos que logra reencontrarse con Fidel para continuar la lucha desde la Sierra Maestra.
El 9 de diciembre Raúl Castro, en una pequeña libreta escribió sobre Ciro: “Nos levantamos a las 6 oscuro aún. Buscamos una nueva provisión de caña. Son las 9:20. Han pasado los aviones pocas veces. Hace como una hora se sintió un disparo de fuego no muy lejos (…) hoy fue el cumpleaños de Ciro (Redondo), brindamos con caña. Nos acostamos temprano, aún no había oscurecido completamente”.
Ciro participó en las batallas de Arroyo del Infierno, Altos de Espinosa, Bueycito, El Hombrito; Pino del Agua y Mar Verde, donde fue su ultimo combate.
Es el 29 de noviembre de 1957, día triste para las tropas rebeldes. Tenía 26 años. La Comandancia General del Ejército Rebelde decretó su ascenso post mortem al grado de Comandante.
Hoy es el “Patriota Insigne de Artemisa”, tierra que lo vio nacer y formarse como ejemplo cabal de revolucionario honesto.