El 5 de noviembre se celebra el Día Internacional del Payaso, fecha para homenajear a estos simpáticos personajes de nariz roja y gran corazón, oficio que no conoce fronteras, razas ni idiomas. Es universal, ampliamente reconocido en todo el mundo e imprescindible en los espectáculos circenses.
La creación de un día, dedicado a ellos, surgió en honor al nacimiento del español Emilio Alberto Aragón, quien encarnó al famoso payaso conocido como “Miliki”, que inició su trayectoria en el circo Price de Madrid, con sus hermanos Gabriel y Alfonso, formando el famoso trío Gabi, Fofó y Miliki.
Un poco de historia
A lo largo de los años se han descubierto rasgos de la aparición de los bufones y payasos. En Egipto existen datos sobre su presencia en la corte real, durante la Quinta Dinastía Egipcia (año dos mil quinientos a.c.).
Los griegos y romanos los incorporaron en obras satíricas de teatro, donde los protagonistas eran reconocidos como payasos. En China, durante el siglo II a. C. formaban parte de la corte de los reyes y en México, Moctezuma tuvo en su corte de palacio enanos y chistoros jorobados que le hicieran reír.
El hecho de formar parte de la corte de los reyes otorgó a los bufones un privilegio e importancia ampliamente reconocidos, siendo capaces de burlarse del monarca, hacerle sugerencias e influir en sus decisiones sin sobrepasarse o equivocarse, pues dichos errores podían costarles la vida.
En el siglo XVIII los payasos fueron el entretenimiento central en actos intermedios de circos y espectáculos teatrales y de revistas. A finales del XX se originaron variaciones en estos personajes mediante los payasos callejeros y los mimos parisinos.
Actualmente existen academias para la formación de estos juglares, a la que Cuba no escapa con la Escuela Nacional de Circo, institución en que reciben varias asignaturas para su formación integral.
A todos los que practican el arte de los clown…¡Felicidades!