Comandante Walfrido Pérez Rodríguez: Siempre con Camilo

La Demajagua reproduce una entrevista realizada al Comandante del Ejército Rebelde y Coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Walfrido Pérez Rodríguez, en1999, en ocasión del deceso, del destacado revolucionario, quien falleció en Santa Rita, donde vivía.
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Por Pedro Mora Estrada | 26 octubre, 2022 |
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Sus deberes como combatiente de primera línea en la lucha insurreccional y en la etapa posterior al triunfo propiciaron que el coronel de las FAR (r) Walfrido Pérez Rodríguez estuviera casi siempre cercano a su jefe, el Comandante Camilo Cienfuegos, hasta su desaparición, el 28 de octubre de 1959. Fidel le dijo a Camilo: “Llévate a este muchacho, que tal vez pueda ser un buen soldado”. Desde entonces, pocas veces estuvo lejos de él.

Junto a Camilo en los montes de La Caridad, en Yaguajay. La conversación con Walfrido se desarrolla al lado de un bohío de su pequeña finca, en Santa Rita, provincia de Granma. Sin camisa, evade el fuerte calor de agosto y, reclinándose en un cómodo taburete, prosigue la narración.

“Estuve con él todo el tiempo en la Sierra, solo nos separamos cuando formaron la Columna 4, entonces fui con el Che a atacar el cuartel de Bueycito y él estuvo con Fidel en el de Palma Mocha.”

Junto a Camilo realiza la campaña por los llanos del Cauto, en el triángulo Tunas-Bayamo-Holguín. Del paso de los rebeldes conocen los poblados de Cauto Cristo, Cauto El Paso, Cauto Embarcadero, Dos Ríos, Mabay, Julia y otros sitios donde sobresalió el valor de la tropa, junto a su querido jefe.

“Estuvimos en el ataque a la planta eléctrica de Bayamo. Allí cayó el compañero Amado Estévez, cerca de mí, lo vi morir. “Regresamos a la Sierra y Camilo se entrevista con Fidel. Al regreso no dijo nada. Después fue que nos habló de la invasión. Aquello me alegró, pues conocería a Las Villas.

“Salimos de El Salto, Sierra Maestra, el 21 de agosto de 1958; llovía mucho y detuvimos la marcha para seguir al otro día, pues el río estaba crecido.”

Medita y habla de la incursión de la Columna de Camilo por la región agramontina. Walfrido Pérez Rodríguez, quien fuera Comandante del Ejército Rebelde, evoca al Señor de la Vanguardia en sus campañas.

“Aquella provincia estaba muy despoblada. Era difícil encontrar a alguien. También hubo un ciclón y el ganado lo trasladaron a lugares seguros. ¡Qué hambre pasamos! Tuvimos un encuentro con el ejército de Batista en un lugar, creo fue en La Malograda. Después la posta cogió a tres individuos.

“Alguien informó a Camilo que uno era el cabo Trujillo y el otro un temido mayoral.”

ESTETOSCOPO PARA DETECTAR MENTIRAS

“El cabo no quería hablar. Entonces Sergio del Valle le puso un estetoscopio y Camilo le dijo que era un aparato para detectar mentiras. Ni con eso hablaba, pero al poco rato lo creyó y reveló dónde estaban las emboscadas. Eso nos salvó la vida.”

Cuando el triunfo revolucionario del Primero de Enero del 59, ya Camilo se ha convertido en el Héroe de Yaguajay. En esa ciudad los sorprende el acontecimiento histórico.

“Subimos al Ayuntamiento a escuchar a Fidel por Radio Rebelde, que nos ordenaba marchar sobre Columbia. Pasamos por Matanzas, tomamos el regimiento, allí quedó William Gálvez con un grupo. Después, a Columbia.

“Muchos de los guardias que estaban allí habían sido prisioneros nuestros en la Sierra Maestra, agradecieron nuestro trato y algunos nos llevaron hasta sus casas.”

TERMINANDO LA INVASIÓN HASTA PINAR

Meses después, ya en 1959, reciben la orden de Camilo de ir a la provincia de Pinar del Río. “El Comandante Pinares llegó hasta Guanito y yo al Cabo de San Antonio. Allá me enteré de la dolorosa desaparición física de Camilo, quien, además, era muy jaranero.

“Recuerdo que una vez en la Sierra Maestra, cerca de El Hombrito, se le ocurrió escenificar como en una novela cosas de allí, de nosotros. Hizo el papel de la vieja Chana, quien siempre nos traía tabacos y pan. En ese papel Camilo grita imitando a Chana. El Che oye aquello, sin saber de qué se trataba, corre y cuando se percata de quién era, le dice: ´A vos lo van a sorprender un día y lo van a matar´.

“Camilo era amable y justo; si había que sancionar, la amistad quedaba a un lado y al otro el deber.”

LO QUE NO PUDIERON LAS BALAS

Comandante en los primeros años del triunfo revolucionario, coronel después, al mando de tropas y otras misiones del MINFAR, diez años miembro del Comité Central del Partido, internacionalista en Angola, es parte del historial patriótico de Walfrido Pérez. El hombre de la Sierra, formador y formado en las canteras de las FAR, aún no está cansado y ahora se dedica a cultivar la tierra.

De la guerra salió ileso. Solo un impacto de un fragmento de granada en la espalda, por allá por el circuito norte de Las Villas, sin embargo… “Un buey me fajó y me rompió los dos pies. Me hizo caminar con muletas. Así es la vida…”

(Publicado el 7 de septiembre de 1999, en el periódico Granma).

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