¿Cómo conocí a Cupido?

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Por Dayami Monges Corrales | 15 febrero, 2024 |
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Foto cortesía de los entrevistados

La historia de San Valentín hace ver el amor de forma romántica, arriesgada y mártir, pues en medio de la crisis permanecieron este sublime sentimiento y la voluntad de hacerlo real a través de la bendición sacerdotal.

No sabemos si por suerte o comodidad, pero ya no es tan común el sagrado matrimonio y cada relación moldea sus propios acuerdos por el bien de la unión. Esto no hace menos o más afortunada la historia, simplemente es decisión de ellos.

Cupido se presenta en todas las variedades, a veces en la jornada de trabajo, quizás durante un curso de superación, en medio de una visita inesperada, luego de aceptar la solicitud de amistad o por el chat de WhatsApp; pero no siempre es fácil, hay quienes tardan años para encontrar a la persona adecuada o invierten extensos períodos en las conquistas, porque, ya lo diría Ricardo Arjona: “Dime que no y lánzame un sí camuflajeado”.

Luego del cortejo, vendrá la boda, que seguirá en su afán de conquistar una luna, la de miel, y a esto le sucederán la convivencia, los hijos, la rutina, aquello denominado construcción del hogar, donde el amor se vestirá de lino o franela.

LO QUE EL INGLÉS UNIÓ…

– ¿Quién estuvo interesado primero?, – ¡Yo!, responde él sin pensarlo, agrega que ella no le permitía llegar, aunque, luego de un tiempo, por fin, se le dio el milagro de la flecha.

Elani Massiel Zamora Ramos y Luis Gabriel Suárez Muñoz se conocieron en la Escuela de Idiomas, mientras estudiaban Inglés, en 2018. El primer intento de acercamiento no fructificó y después de 18 meses de intentar, el chico obtuvo el sí de su pretendida.

“Ya para el 2019, empezamos la relación, la primera cita fue en el cabaret El Mayin; me pidieron el carné de identidad, porque luzco muy joven a su lado, nos conocimos mejor y me enamoré perdidamente”, comenta Elani.

“Iniciamos una relación el 18 de enero de 2019 y nos casamos en esa misma fecha, pero dos años después; ahora ese día se cumplen aniversarios de novios y de matrimonio”, expresa Gabriel, quien puntualiza que desde el primer instante evitó la falsa idea de amistad entre ellos.

“A pesar de todas las vueltas, nos encontramos en el momento justo, cuando cada quien estaba preparado; antes, tal vez, no hubiera funcionado”, opina Zamora Ramos. También reconoce a la convivencia como reto principal de su vínculo amoroso. Ambos ubican los hábitos individuales entre los componentes de encuentros y desencuentros.

“Yo le digo a Gabriel que conmigo él nunca se aburre, quizás porque soy seis años menor, o las energías, ideas, somos diferentes y lo mantengo activo”, expresa Elani.

“Ela está en su proceso de crecimiento profesional, yo en el mío, nosotros somos el impulso para el desarrollo del otro, esto nos saca de la rutina”, considera Gabriel.

Zamora Ramos es graduada de Licenciatura en Gestión Sociocultural y fiel apasionada de la fotografía; Suárez Muñoz es cantante del Coro Profesional de la ciudad y escritor, don heredado de sus padres, Luis Carlos Suárez Reyes y Lucía Muñoz Maceo, la novia de Bayamo.

“Lo que más aprecio de Gabriel es su visión positiva, aun cuando el momento no sea favorable, y es, al mismo tiempo, igual de desagradable”.

“Elani me ayuda a aterrizar y poner los pies en tierra, porque yo soy muy exagerado”.

“Nos han marcado varios momentos, entre ellos el regreso de la luna de miel: al día siguiente amanecimos con dengue, eso nunca lo había vivido con nadie. Otros más agradables son los picnics, acostumbramos a ellos, desconectamos entre la naturaleza”, señala Elani.

“Es importante dentro de la pareja sostener la comunicación”, dice Gabriel. “Nosotros, por ejemplo, nunca hemos tenido una discusión, desacuerdos sí, pero ofensas o agresiones jamás, si hay una cuestión que genera malestar lo hablamos; a pesar de las diferencias, es necesario pensar en el bien del otro”.

DEFENSA DE LA ALEGRÍA

El Código de las familias del 2022 sostiene los principios de igualdad y no discriminación expresados en la Constitución de la República de 2019, es por ello que el matrimonio igualitario, hoy, es un hecho en nuestra sociedad, respaldado legalmente para aquellas parejas LGTBQ+, dispuestas a dar el “Sí acepto” ante un notario.

Omar Parada Soto es ingeniero mecánico, graduado de la Universidad de Holguín; antes quiso ser psicólogo, pero la profesora que estuvo al frente de su prueba de aptitud le negó la oportunidad. Según ella, estos profesionales no debían ser amanerados.

Foto cortesía de los entrevistados

Leonardo Daniel Reyes La O creció con su abuela,  creyente convencida de una sola relación amorosa, dada entre un hombre y una mujer. Por tanto, Leo, como lo llaman sus amigos, tuvo difícil el camino al expresar su sexualidad.

Ambos se conocieron por un amigo en común y luego de una reunión del grupo de Hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), intercambiaron conversaciones entre chats, relacionadas con los proyectos y la promoción de una sexualidad responsable.

“A él, como joven, le gustaba eso del WhatsApp e intercambiamos ideas, canciones, cosas que nos gustaban y nos fuimos acercando”, afirma Omar, quien es activista por los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Granma.

Según Leo, iniciaron la relación en el 2021 y se casaron un año después, por lo cual se destacaron como uno de los primeros matrimonios igualitarios en la provincia y en el país.

“Con todo el tema del Código de las familias hubo que dar charlas en centros de trabajo y los CDR; allí estaba Leo conmigo, aunque no en los mismos equipos, para no entorpecer el desempeño de ambos y no generar dependencia, y luego cumplimos el anhelo del matrimonio”, señala Omar.

“La primera vez que me quedé con Omar fue para su cumpleaños, recuerdo un 1 de julio, dos días después retorné a casa, él me acompañó, pero mi abuela no entendió mi decisión, desde entonces vivimos juntos”, expresa Leo.

“No le iba a dar la espalda, así que nos conocimos en el proceso de convivencia; luego conocí a la familia y hoy mantenemos un diálogo”, explica Omar.

“Entre nosotros hay mucha diferencia de edad, yo tengo 52 y Leo 22, así que ver la vida como él y a veces pensar desde su punto de vista o intentar asumir sus conceptos es difícil; yo soy de hacerlo todo rápido, él tiene su tiempo, cuando llegó a mi vida era un niño malcriado, pero el más cariñoso del mundo”.

“A mí en lo personal me gusta estar con una persona mayor que yo y Omar me enseña a defenderme ante cualquier circunstancia injusta; además, su experiencia aporta, veo las situaciones desde otro punto de vista”.

“A Leo lo quiero, no como el primer día, más; a veces la sensación de perderlo es compleja y me hace valorar lo que tengo. Es tranquilo, dulce y eso aviva la relación. Nos gusta estar rodeados de amigos, nuestra familia, pero si nos quedamos solos aprovechamos la ocasión para ver series, ahora volvimos a Harry Potter.

“Las parejas necesitan mucha comunicación; hoy, con las redes, perdemos la cercanía. Leo resuelve todo por WhatsApp, yo soy más de hablarlo, rompe barreras. Es necesario el respeto y defender el amor, eso es fundamental”.

“En un futuro me gustaría tener un hijo, aunque, por el momento, no estamos interesados, pero sí es un sueño que tengo”, dice Leo y Omar agrega: “Tenemos una casa cómoda para nosotros y planes que con un niño serían más difíciles de lograr, pero luego lo analizaremos como una posibilidad”.

Cada historia de amor tiene su ritmo, que la hace interesante, momentos dentro de ella capaces de marcar a una persona para siempre, porque los senderos de la pasión no siempre están claros, a veces se ven entre claroscuros, aun así, son un reto interesante y varios los toman.

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