
Tras el cierre de las operaciones industriales, en etapa de liquidación, por el central Enidio Díaz Machado, concluyó la zafra azucarera, el jueves último, en la provincia de Granma.
Mientras, la empresa agroindustrial Arquímides Colina Antúnez, de Mabay, continuará elaborado meladura durante el segundo semestre, para hacer aportes adicionales a las más de mil 500 toneladas producidas en el territorio.
Sus cinco empresas enfrentaron una contienda compleja, con innumerables dificultades que rebasaron todos los esfuerzos y provocaron el incumplimiento del plan de producción de azúcar.
No obstante, en Granma se trabaja en la recuperación de algunos de los recursos de corte, alza y tiro e industrial disponibles para la próxima zafra, junto al mejoramiento técnico de la grúa, casa de bagazo y la preparación de la fuerza laboral en el ingenio de Ceiba Hueca.
La agroindustria azucarera cuenta con experiencia de larga data, lo que constituye una fortaleza para el salto tecnológico y organizacional que necesita este sector, cuando la vida ha cambiado en medio de la actual coyuntura económica y social.
Buscar la reanimación no es, ni será tarea fácil para directivos, técnicos industriales, productores cañeros y trabajadores comprometidos, con sentido de pertenencia y confianza en que la agroindustria puede avanzar, no obstante las limitaciones con los insumos y financiamientos.
Reclama con máxima prioridad el sembrar y producir más para disponer del alimento, destinado a la canasta familiar normada y dejar atrás los altos precios del imprescindible edulcorante.