
Los expertos, las universidades de Zurich y Cambridge, destacan que la superficie de este cuerpo celeste podría estar cubierta, casi por completo, de zafiros y rubíes, que no son otra cosa más que óxidos de aluminio.
Entre los cerca de cuatro mil mundos estudiados hasta ahora, solo tres son lo suficientemente extraños como para pertenecer a la nueva categoría propuesta.
Situado a 21 años luz de la Tierra, HD219134b se encuentra en la constelación de Casiopea, es sólido y con una masa casi cinco veces mayor que la de la Tierra y orbita muy cerca de su estrella madre, con un período de revolución de solo tres días.
Según Caroline Dorn, miembro del equipo que lo descubrió, este planeta es, junto a 55 Cancri y WASP 47, el tercer planeta descubierto con una composición y estructura interna tan extraños.
Estas supertierras exóticas están formadas a partir de condensados de alta temperatura y sus miembros serían mucho más comunes que las detecciones realizadas hasta ahora, señaló la experta.