Nacidos en el corazón del barrio o instituciones culturales, los proyectos comunitarios contribuyen a la formación vocacional, al trabajo con los valores y a la cultura general de las nuevas generaciones fortaleciendo las habilidades y el talento.
Estas acciones, que se desarrollan con el apoyo familiar y bajo la tutela de especialistas y aficionados, devienen espacios creativos para los pequeños de casa que fortalecen la vida cultural, fomentan habilidades y conocimientos.
La confianza, autoestima, fantasía y creatividad infantil crecen en estos escenarios adornados por el arte de los más pequeños al tiempo que fortalece las relaciones interpersonales y las habilidades motrices necesarias para la vida.
Los horarios sin docencia son los espacios propicios para desarrollar estas actividades que siembran valores en los educandos desde el disfrute y aprendizaje de las diferentes manifestaciones del arte.
El tratamiento de esos temas estimula la creatividad e imaginación infantil.
La historia local, las tradiciones y los hábitos de cortesía forman parte también de las áreas que se enriquecen con esta labor.