Seúl, – Corea del Sur y Estados Unidos terminaron hoy sin acuerdos las conversaciones sobre el reparto de los gastos militares de defensa, luego de que la parte estadounidense acusara a Seúl de hacer propuestas poco equitativas.
Agregó que decidieron interrumpir el diálogo para darle tiempo a la parte surcoreana a ‘reconsiderar su postura’, y poder llegar a un acuerdo ‘mutuamente aceptable’, en la reunión consultiva de seguridad bilateral, que realizan cada año.
Por su parte, el homólogo surcoreano, Jeong Eun-bo, reconoció que existió una diferencia significativa entre las propuestas de Estados Unidos y la postura de principios de Corea del Sur.
Explicó que Washington instó a un aumento drástico de las contribuciones mediante el establecimiento de un nuevo artículo, pero su país plantea que el incremento debe ser fijado de consenso dentro del marco del Acuerdo de Medidas Especiales, que ambas naciones han acordado durante los últimos 28 años.
En cualquier caso, sostuvo que planean hacer todo lo posible para alcanzar el acuerdo y fortalecer así la alianza Corea del Sur-EE. UU. y la postura de defensa combinada.
No obstante, según reportaron varios medios locales, dentro del Acuerdo de Medidas Especiales -que está previsto expire a finales de año-, Seúl acordó pagar 870 millones de dólares.
Sin embargo, se estima que el monto de las contribuciones que Estados Unidos exige a Corea asciende a casi cinco mil millones de dólares para cubrir los gastos relacionados con los ejercicios militares combinados y el apoyo a las familias de los 28 mil 500 soldados de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur (USFK).
Desde 1991, Seúl asume los costos parciales para los civiles surcoreanos contratados por las USFK, la construcción de instalaciones militares para mantener la preparación de los aliados y otras formas de apoyo.
La reunión consultiva de seguridad bilateral incluyó temas principales como la situación de seguridad en la península coreana, y la reubicación y devolución del control de 26 bases militares estadounidenses en Corea del Sur.
Además, se trató la transferencia -sujeta a algunas condiciones- de Washington a Seúl, del control operativo en tiempos de guerra de las tropas surcoreanas.