
La Habana, -Incomprensiones originadas por las campañas hostiles de enemigos foráneos y algunos nativos, obligan a Cuba a defenderse contra falsos rumores de que su economía se dolariza y todo su comercio doméstico será en moneda libremente convertible (MLC).
Nada más lejos de la verdad, como explicó la víspera el vice primer ministro, Alejandro Gil, es falso que cuando ocurra la unificación monetaria, todas las tiendas pasarán a vender en MLC, por lo que llamó a la población a no dejarse confundir.
Con el reordenamiento monetario el actual mercado en CUC pasará a pesos cubanos y los precios se mantendrían en el entorno de los actuales, porque se trata de justicia social y equidad sin aplicar medidas de choque en contra de la mayoría, como ha sido y será dentro del modelo social cubano.
“Las tiendas en MLC surgen por un contexto adverso de acciones agresivas encaminadas a que no entrara a Cuba ni combustible ni dólares. Fue uno de los pasos para proteger a la población y garantizar alimentos, productos de aseo, medicamentos y energía”, enfatizó Gil para dejar sentado el verdadero propósito de una decisión que aunque no deseada es necesaria.
Por estos días de intentos fallidos para desestabilizar al vida interna de la isla y desacreditar una vez más a la Revolución, pululan los ataques, mal intencionados comentarios y uno que otro sabotaje a esos centros comerciales que hoy venden en MLC (alimentos, artículos de higiene y electrodomésticos) para enfrentar la falta de divisas y reordenar la economía.
El también ministro de Economía y Planificación recordó que esa situación fue el resultado de las políticas de recrudecimiento del bloqueo desde 2019, la aplicación del título III de la Ley Helms Burton, la persecución financiera a los bancos, medidas para impedir la entrada de combustibles, la suspensión de los cruceros y los vuelos desde Estados Unidos y el ataque a las misiones médicas cubanas.
Desde ese momento se planteó, además, utilizar esa vía para encadenar la industria nacional con esas ofertas, ya que el país tiene capacidades ociosas en la industria electrónica, manufacturera, por lo que abrir un mercado en MLC permitiría recuperar divisas e inyectarlas a esos sectores e impulsar la economía.
Con la intención de explicar la actualidad cubana con la mayor transparencia, Gil insistió en que el país tiene cortada prácticamente toda la entrada de divisas, con las afectaciones al sector turístico y las exportaciones, a lo que se sumó la interrupción del envío de remesas desde Estados Unidos.
Sobre este último aspecto fue enfático al afirmar que Cuba no vive solo de las remesas, de ahí la insistencia de atraer más inversiones para incrementar la producción nacional como las que se hacen en el acero, alimentos y bioproductos, aunque reconoció que ante el cierre del turismo fue una fuente de ingreso con peso.
Lo que le hace falta al país es generar más bienes y servicios y si acudió a las ventas en dólares fue por la oportuna decisión de utilizarla para mantener la vitalidad de la economía y proteger a la población del cierre de escuelas, hospitales y mayores escaseces.