
La Habana, – Cuba cuenta en la actualidad con ocho Sitios Ramsar, los nombres de una convención internacional relacionada con los humedales y en particular de hábitats de aves acuáticas.
Una categoría de ese tipo solo la poseen la Ciénaga de Zapata (Matanzas), el Humedal Delta del Cauto (Granma), el Gran Humedal del Norte (Ciego de Ávila), el Humedal Río Máximo-Camagüey (Camagüey) y Ciénaga de Lanier y sur de la Isla de la Juventud.
Según especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), existen dos nuevas proposiciones, el Humedal de Guanahacabibes y el otro el del Sur de los Palacios, ambos en la provincia de Pinar del Río, que aumentarán la cantidad de semejantes espacios de trascendencia internacional.
El acuerdo en cuestión lo suscribieron en la ciudad iraní del propio nombre en 1971, entró en vigor cuatro años después y Cuba se hizo Estado parte desde 2001 por ser el único de los modernos convenios en materia de medio ambiente que se centra en un ecosistema específico.
Aunque en un principio ese era su objetivo esencial, amplió su concepción al reconocer su importancia en la conservación global y el uso sostenible de la biodiversidad, con funciones en la regulación de la fase continental del ciclo hidrológico.
Pero también en la recarga de los acuíferos, la estabilización del clima local, valores (recursos biológicos, pesquerías y suministro de agua) y atributos (refugio de diversidad biológica, patrimonio cultural y usos tradicionales).
En una demostración más de su interés por la preservación ambiental, que aparece incluso en la Constitución de la República, profesionales del CITMA resaltaron la presencia de una delegación cubana en la 15ª Reunión de la Conferencia de las Partes Contratantes (COP15), de la Convención Ramsar, liderada por la doctora Adianez Taboada Zamora, viceministra del organismo, que sesiona en Zimbabue, un país sin litoral en el sur de África.
Bajo el lema Proteger los humedales para nuestro futuro común, las personalidades asistentes tratan temas sobre la restauración de ecosistemas acuáticos, el fortalecimiento de la gobernanza ambiental y la integración de la juventud en la conservación de los humedales.