
Cubanos de todas las edades se congregaron esta cálida mañana en la esplanada frente al obelisco que señaliza el lugar exacto donde José Martí cayera en combate hace 130 años en Dos Ríos, Jiguaní, para rendirle homenaje.
El acto nacional presidido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y otros dirigentes de la organización, inició con la colocación de ofrendas florales ante el monumento nacional.
El pensamiento humanista y revolucionario del Apóstol se revivió en la jornada a través de su obra representada por el coro Ismaelillo, la colmenita Corazón Feliz, el proyecto infantil danzario Colores en movimiento y, el teatral Los Andantinos, junto a alumnos de música de la escuela profesional de arte Manuel Muñoz Cedeño y otros artistas locales.
El intercambio epistolar entre Martí y su madre, donde se manifiesta el incondicional amor a la Patria; la carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado, fechada el día antes de morir; el cuento La muñeca negra, y otros personajes de La Edad de Oro, se evocaron en el tributo político-cultural “Vengo del Sol”.
Un Martí escenificado se mantuvo presente durante la rememoración como expresión viva de su vigencia en las jóvenes generaciones, mayoría entre los cerca de dos mil asistentes.
Danhiz Díaz Pereira, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, significó que el más universal de todos los cubanos fue un patriota de corazón inmenso, un soñador que amó a Cuba con una pasión que no se puede medir y nos enseñó que cada cubano sin importar su origen o condición merece respeto, oportunidades y la posibilidad de vivir en un país libre y soberano.
“En tiempos tan difíciles, donde la crisis pretende aplastarnos y el imperialismo intenta dividirnos, el ejemplo de Martí es más necesario que nunca. Él nos recuerda permanentemente que la unidad es nuestra fuerza más grande”, desatacó.
Por su parte, Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, subrayó que Martí constituye un referente para todos los tiempos, hoy más cuando el imperio renueva sus ataques y la mentira pretende marchar nuestra historia.
“Hoy como ayer seguimos exigiendo justicia, frente a las presiones y a las campañas mediáticas que intentan silenciar y tergiversar nuestra verdad”, afirmó Ortiz Barceló.
Agregó que somos la Cuba que Martí soñó, la que construye paz y solidaridad y no bombas; la que prefiere morir de pie a vivir de rodillas.
Al concluir el acto, las máximas autoridades del Partido y el Gobierno locales, encabezados por Díaz-Canel y Morales Ojeda, acompañados de niños y jóvenes depositaron una rosa blanca en el monolito dedicado a Martí, erigido inicialmente en 1913 y reconstruido tal cual está en la actualidad en 1975.