
El encuentro amistoso que sostuvieron la selección nacional de Cuba y el Tampa Bay Rays (de la Mayor League Bassesball) todavía genera comentarios.
Así, pudieron verse en acción a 29 de los 30 peloteros (excepto el lanzador matancero Yoanni Yera) que hicieron el grado con el equipo cubano, entre ellos a los granmenses Roel Santos Martínez, Guillermo Avilés Difurnot y Yordanis Samón Matamoros.
Además de estrenar el remozado estadio Latinoamericano, que vistió sus mejores galas para el transcendental partido en ocasión de la primera visita de un presidente estadounidense, luego del Triunfo de Revolución, los tres alazanes imitaron a los serpentineros Ciro Silvino Licea González y Ernesto Guevara Ramos, integrantes de la nómina antillana, que enfrentó en 1999 a Los Orioles de Baltimare.
Aunque breve, esta incursión de los granmenses significó una experiencia inigualable para ellos, mientras eran protagonistas de un suceso, que forma parte de los intentos de la pelota cubana por recuperar el prestigio que tuvo por muchos años.
LLEGARON LAS PELOTAS

Después de ingentes esfuerzos de la Dirección provincial de deportes y de la comisión de la disciplina, llegaron algunas pelotas para el inicio hoy de la Serie provincial, cuya inauguración la semana anterior quedó pospuesta.
Todavía no se cuentan con las necesarias para cubrir todo el torneo, por lo que está en riesgo su continuidad y la calidad del espectáculo. Asimismo, las subseries iniciales -que fueron suspendidas- se reprogramaron para los días 15, 16 y 17 de abril venidero.
Para el comienzo de la justa, lo más importante debe transcender en el parque Mártires del Cauto, de Río Cauto, donde el conjunto local recibe a Cauto Cristo; mientras Bayamo visita el 30 de Noviembre, de Guisa, y Jiguaní se trasladó a la capital provincial para medir fuerzas con el segundo aquí de esa urbe; de asueto está Buey Arriba.
En el Guacanayabo se previó el descanso para el monarca Yara; entretanto Pilón juega en el Tirso Hidalgo, de Niquero; Manzanillo en el Francisco Salcedo, de Media Luna, y Campechuela en el Pablito Ríos, de Bartolomé Masó.