Cumplir es su mayor compromiso

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Por Yelandi Milanés Guardia | 10 septiembre, 2020 |
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FOTO Rafael Martínez Arias

La Finca Agropecuaria Jiménez, ubicada en la comunidad La Piñuela de Buey Arriba, es una de las entidades del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) donde el cumplimiento de los planes y su objeto social es un principio sagrado.

Aunque la producción fundamental es la carne de cerdo, también incursionan en la cría de aves y en la siembra de cultivos varios para la comida animal y el autoconsumo.

Gracias a la información brindada por Orestes Rosabal Soto, jefe de la referida finca, pudimos conocer que este año tienen asignado un plan de 100 toneladas de carne de cerdo genético y 10 toneladas derivadas de los ejemplares de capa oscura o criollos, compromiso que constituye el mayor desde la creación de esta entidad.

Además del ganado porcino cuentan con un área destinada a la cría del pavo criollo, el cual venden a los oficiales en fechas especiales y un pequeño por ciento a los obreros y habitantes de las inmediaciones.

Para plantar los cultivos que sirven de base a la alimentación de la masa animal cuentan con 1,5 hectáreas, mientras que para los sembrados destinados al autoconsumo disponen de 0,5 hectáreas.

Según refirió Rosabal Soto esta unidad tiene un promedio de 15 años, y desde su creación han cumplido los planes y han contribuido con la entrega de carne destinada a la nutrición de los soldados del EJT, quienes deben consumir al menos seis comidas al mes con nuestro principal renglón.

“Entre las nuevas estrategias que estamos empleando está el cruce del cerdo de capa oscura con el Duroc norteamericano, que es una raza resistente. Asimismo, logramos alimento alternativo con la siembra de maíz, yuca y calabaza, además de un poco de palmiche que compramos a unidades del EJT ubicadas en zonas montañosas.

“De las 12 personas que aquí laboran, nueve están directos a la producción y tres desempeñamos cargos, lo cual no nos exonera de la ardua faena, pues cuando es necesario nos sumamos al trabajo con los animales y las plantaciones.

“Como resultado de nuestro buen desempeño percibimos un salario medio que ronda los mil 600 pesos, lo que demuestra, además, la rentabilidad de este centro.

“Aquí no criamos al azar, sino que hacemos un plan de nacimiento, desarrollo y ceba para obtener óptimos resultados.

“Tenemos proyecciones de seguir creciendo en la masa animal, para poder satisfacer las demandas de nuestro mando que cada año son superiores, y ante ese reto, no tenemos otra disyuntiva que la de cumplir eficientemente”.

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