Deportistas rinden homenaje a Céspedes

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Por Yelandi Milanés Guardia | 18 abril, 2022 |
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FOTO Yelandi Milanés Guardia

Una representación de ajedrecistas y esgrimistas bayameses rindieron homenaje, este lunes, a Carlos Manuel de Céspedes, con motivo del aniversario 203 de su natalicio.

Los predios de la Plaza de la Revolución acogieron una simultánea con pioneros pertenecientes a la Academia de Ajedrez, que lleva el nombre del Padre de la Patria, y los pequeños se enfrentaron al maestro nacional Jorge González Gómez.

Al homenaje deportivo se sumaron noveles esgrimistas pertenecientes al combinado Centro Bayamo, quienes mostraron al público sus habilidades con las armas.

Según refirió el historiador Eusebio Leal Spengler tras sus investigaciones del ilustre bayamés: “Céspedes era un excelente equitador, buen esgrimista, un jugador de ajedrez que solía a veces terminar las partidas de espaldas, por su conocimiento del tablero”.

En una publicación del periodista Osviel Castro Medel, titulada El deportista Carlos Manuel de Céspedes, el autor expone que el aludido patriota sostuvo cotejos ajedrecísticos con Perucho Figueredo, autor del Himno Nacional cubano, y los célebres patriotas Fernando Figueredo, José Fornaris, Francisco Vicente Aguilera y Jorge Carlos Milanés.

También asegura que fue el primero en traducir del francés al español las 26 reglas primarias del ajedrez, aparecidas en el libro Leyes del juego de ajedrez, del maestro Louis Charles La Bourdonnais.

Narra el reportero que el viernes 27 de febrero de 1874, pocas horas antes de morir en San Lorenzo, sostuvo en la mañana una partida con el capitán del Ejército Libertador José Lacret Morlot, prefecto de esa ranchería intrincada.

Céspedes no solo era capaz de lidiar con los trebejos a la ciega, también ofrecía simultáneas. “Jugaba con los distintos opositores al ajedrez y rara vez se permitía perder”, escribió en un libro su ayudante personal Fernando Figueredo.

En la esgrima, la que aprendió con los oficiales españoles en sus primeros años, también era temible. Ganó no pocos duelos en Europa, al igual que en su tierra natal. El más célebre fue el sostenido con Manuel Yero Abad, a quien le provocó heridas contundentes.

Por tal motivo mover piezas y empuñar sables, constituye uno de los más dignos homenajes que puedan realizarse en honor al primer hombre que nos lanzó a la lucha.

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