
Un amplio programa de conservación del frágil ecosistema de montaña desarrolla el colectivo de trabajadores del Parque Nacional Turquino con sede en el municipio granmense Bartolomé Masó.
En un patrimonio natural de más de 23 mil hectáreas, los hombres y mujeres encargados de las faenas, ejecutan junto al resto de la población serrana, cerca de una veintena de acciones enmarcadas en tres áreas protegidas y una finca de manejo.
Operarios de la conservación, obreros agrícolas, guías turísticos y demás personal de oficina se esmeran por preservar el esplendor de la Sierra Maestra y por brindar al visitante una grata estancia en sus principales sitios de interés histórico y natural como la aguada del Joaquín, La Platica, la Comandancia de La Plata y la elevación que da nombre a este reservorio de la flora y la fauna.
El Parque Nacional Turquino suele considerarse como un único ecosistema formado por distintos hábitats entre los que se encuentran espesuras, manchas de bosque, afloramientos rocosos, ríos, arroyos y charcas estacionales.
Medios donde la labor del hombre es determinante en la conservación de dichos ecosistemas y en la creación de condiciones para el desarrollo de nuevas especies.