Donde está Sandra, hay buen trabajo

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Por Yelandi Milanés Guardia | 9 marzo, 2024 |
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FOTO Yelandi Milanés Guardia

El nacimiento en el seno de una familia humilde e integrada a las organizaciones políticas y de masas influyeron, significativamente, en el amor y vínculo especial que Sandra Aliaga Salazar mantiene con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Su relación con la organización femenina surgió en el año 1988, cuando contaba con 14 años, e inmediatamente comenzó a desempeñarse como activista y organizadora, en el bloque 65 de La Jagua,  comunidad perteneciente a La Sal.

Posteriormente, decidió trasladarse hacia Veguitas y cuando se estableció en dicho poblado, le fue asignado el cargo de secretaria general del bloque 31, donde ha obtenido logros que la hacen destacar entre sus similares del municipio de Yara.

Entre las acciones que han hecho notorio su quehacer, se encuentran el trabajo diario y continuo con las federadas, los encuentros con mujeres de la tercera edad y las actividades de promoción sanitaria.

Asimismo, ha potenciado en su radio de acción el movimiento de mujeres creadoras, ha contribuido con sus federadas a impulsar diferentes frentes productivos del municipio, además de incrementar la labor preventiva con los adolescentes, referida, fundamentalmente, al embarazo en esta edad.

Otro aspecto que avala su buen desempeño en la FMC es el hecho de que su bloque es vanguardia municipal en la cotización, el aporte especial y a la patria, tarea que se cumple al ciento por ciento cada año como saludo al 8 de Marzo.

Esta incansable mujer vincula su desempeño como enfermera, con su labor como dirigente de la FMC, por eso, es una impulsora de actividades de la Federación en su centro laboral.

Con sus años de experiencia, ha podido detectar como uno de los mayores desafíos de la organización femenina, la atención a las mujeres que viven solas, sobre todo las ancianas, y el tratamiento especial a las madres solteras.

“Otra cuestión esencial para mí, es el trabajo con los adolescentes y la familia. En el caso de los primeros, me preocupan los que fuman, beben y deambulan por las calles a altas horas de la noche; y con respecto a la familia, considero que el trabajo es prioritario, porque esta es el eslabón fundamental de la sociedad, y donde surgen y pueden solucionarse varios problemas”.

Por su larga y excelente trayectoria en la FMC, Aliaga Salazar ha obtenido reconocimientos como, los sellos por los X y XV años ininterrumpidos como dirigente de base, la Medalla 23 de Agosto, el sello 60 Aniversario de la FMC y otros lauros que dicen mucho de su entrega y dedicación a la organización que aglutina a las féminas cubanas.

Por estos días reboza alegría por el hecho de haber sido seleccionada como delegada al XI Congreso de la FMC, condición que adquirió por los méritos antes mencionados y por su pertenencia, desde hace alrededor de 25 años, al Comité Municipal de dicha organización.

Entre los temas que le interesan plantear en la magna cita, que concluye hoy en La Habana, están sus experiencias como federada y enfermera en los centros de aislamiento creados durante la pandemia de la Covid-19, y la labor cooperativa y de recuperación realizada en su bloque luego de las inundaciones que en junio pasado afectaron a Veguitas.

Aliaga Salazar, en diálogo con La Demajagua, declaró que el secreto de sus logros no solo se debe a su entrega total a la FMC, sino al apoyo incondicional de su familia y a la habilidad que ha desarrollado para asumir varias tareas a la vez.

Y por si no fuera poco, a su loable desempeño como dirigente de base también hay que sumarle su participación en trabajos voluntarios, su quehacer destacado en el movimiento de padres por la educación, además de su pertenencia a la brigada de trabajadores sociales voluntarios.

Asimismo, su contribución a la solución de problemas desde su condición de ponente en los fórum de ciencia y técnica, y su actitud altruista y solidaria como donante de sangre.

Con tan buen currículum en el trabajo de la Federación, Aliaga Salazar se erige como una voz autorizada para opinar cómo deben las mujeres contribuir al sostenimiento y vitalidad de su organización y de Cuba: “Considero que cada federada debe cumplir bien con todas las funciones inherentes a su membresía, además de apoyar la limpieza e higiene de los patios, garantizar el óptimo estado sanitario de la comunidad, y contribuir a la formación de los nuevas generaciones y al correcto funcionamiento de los núcleos familiares.

“La mujer debe acompañar a la Revolución en todos los frentes, sobre todo en estos tiempos difíciles, pues no en vano el slogan del actual congreso ratifica que los mujeres somos vencedoras de imposibles, lo cual debe ser ratificado con una mayor participación y protagonismo social, para contribuir a que nuestro sistema sea cada vez mejor y esté más fortalecido. Teniendo bien presente que cuando una mujer alista en una obra su corazón y deseos, esa obra es invencible”.

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