Donde el estudio y el trabajo se hermanan (+fotos)

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Por Yelandi Milanés Guardia | 2 mayo, 2023 |
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FOTO Rafael Martínez Arias

Existen principios creados por los sistemas de Enseñanza que tienen una repercusión positiva en el desarrollo de los estudiantes. Entre estos, está el de estudio-trabajo, indispensable para que los educandos reciban el conocimiento necesario para la vida y aprendan a amar los agradables frutos y resultados que brinda la entrega al trabajo enaltecedor.

Uno de los sitios en esta provincia donde este principio se aplica cabalmente es la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos (CECC), ubicada en el municipio de Bartolomé Masó, con una cifra de mil 819 estudiantes y alrededor de 800 trabajadores, de estos, 500 docentes, y 300 de apoyo.

En conversación con La Demajagua Juan Alfredo Corcole Mojena, director municipal de Educación en el referido territorio, explicó que, para ellos, desarrollar la formación laboral, en cada uno de los niveles educativos, es una prioridad, lo cual se logra exitosamente mediante la vinculación estudio-trabajo.

“En la Primaria lo hacemos mediante los huertos escolares, mientras que en la Enseñanza Media se estimula la formación laboral a partir de la creación de habilidades en las áreas de producción, donde los alumnos realizan labores agrícolas.

“Otras de las variantes de trabajo que realizamos son la reparación de los libros de texto, restauración de los muebles escolares, al tiempo que las escuelas urbanas desarrollan trabajo socialmente útil. Un quehacer loable en las diferentes instituciones educativas lo realizan los círculos de interés relacionados con diferentes oficios y profesiones.

Modulo pecuario en IPA Capitán Arsenio Carbonell Vázquez/ FOTO Rafael Martínez Arias

“En el caso las enseñanzas Nivel Medio y la Técnica y Profesional, dedicamos tres horas semanales al desarrollo de habilidades laborales y la creación de sociedades científicas. Teniendo un mayor protagonismo la Técnica-Profesional, pues en ella vinculamos a los educandos con las diferentes áreas de trabajo, laboratorios y talleres.

“Una de nuestras mayores satisfacciones, es que en los centros internos hemos logrado, gracias al sacrificio de los estudiantes y trabajadores, un autoabastecimiento de viandas al 40 por ciento, que al año promedia alrededor de dos mil quintales de vianda, y en cuanto a las hortalizas tenemos el privilegio de abastecernos al ciento por ciento.

“Contamos con alrededor de 88,6 hectáreas de tierra, para los diferentes cultivos y, además, les brindamos a nuestros estudiantes información sobre las características de los sembrados y sobre el aporte nutricional de los alimentos”.

Asimismo, Corcole Mojena resaltó la existencia de módulos pecuarios, que incluyen la crianza de ganado porcino, ovino, cunícola y, en el caso del politécnico, de varias reses.

Ello responde al interés de incrementar el autoabastecimiento y de garantizar no solo las proteínas que necesitan los alumnos, sino alcanzar altas producciones para estimular a los estudiantes y trabajadores más destacados.

“Ese anhelo está en consonancia con el propósito de que nuestras instituciones educativas se abastezcan al ciento por ciento, así estaremos cumpliendo tanto con el plan de soberanía alimentaria, como con la estrategia económica del país”.

ALIMENTOS PARA TODOS LOS TIEMPOS

La pandemia de la Covid-19 impuso retos relacionados con la alimentación, en momentos en que pocas personas podían estar directamente produciendo. Sin embargo, en la CECC se vivió una experiencia muy significativa que les ayudó a resolver el gran problema relacionado con la nutrición.

“Gracias a la mentalidad de producir gran parte de los alimentos que demandamos, refiere el directivo, cuando nuestras escuelas se convirtieron en centros de aislamiento por la Covid-19, muchas de las proteínas que consumieron los pacientes, aquí ingresados, fueron resultado de nuestro esfuerzo y proyección alimentaria.

“Nosotros no hemos descuidado los huertos escolares, porque son la base de este gran proyecto de autoabastecimiento, los cuales, aunque puedan parecer pequeños, con respecto a centros que tienen mayores extensiones de tierra, contribuyen al sueño de que cada institución educativa de la Ciudad Escolar se abastezca y aporte a los demás, que es en definitiva una acción provechosa para todos.

“Además, debemos asegurarles a los estudiantes internos las calorías necesarias para tener una buena alimentación, cuyo cumplimiento se debe en gran parte al trabajo con intencionalidad y voluntad que desarrollamos”.

EL AMOR AL TRABAJO DESDE EDADES TEMPRANAS

En la CECC, desde los primeros años de vida, se les inculca a los niños la pasión por el trabajo, principio que pudimos comprobar al visitar el círculo infantil Granma, en el cual se nos explicó que los 136 niños son formados, desde edades tempranas, en el amor hacia la naturaleza y al trabajo, mediante la formación laboral que impartida por las educadoras en el huerto o el jardín de plantas medicinales y ornamentales. También contribuyen a crear hábitos laborales mediante el lavado de los juguetes y la organización de los salones.

Desde los primeros años de vida se les inculca a los niños el amor por el trabajo/ FOTO Rafael Martínez Arias

Otro centro donde se cumple el principio estudio- trabajo es el seminternado Camilo Cienfuegos Gorriarán, en el cual los alumnos desde preescolar hasta sexto grado no solo se vinculan al quehacer agrícola, sino que pertenecen a círculos de interés relacionados con la producción de alimentos y con los beneficios de una correcta alimentación.

También cuentan con huertos de plantas medicinales y aplican abonos orgánicos obtenidos de los diferentes compost allí existentes.

En este seminternado se pueden encontrar sembrados de orégano, albahaca, ajo puerro, acelga, viandas y frutas, y para mantenerlos realizan labores de limpieza y tratamiento del suelo, además de las atenciones culturales.

LOS MEJORES RESULTADOS

El sitio que en la CECC exhibe superiores resultados es el Instituto Politécnico Agrícola (IPA) Capitán Arsenio Carbonell Vázquez, donde los 386 estudiantes, con el apoyo de sus profesores mantienen un área especializada, en el cual producen abonos orgánicos mediante la lombricultura y los compost.

Gracias a las plantaciones de plátano fruta y burro, garantizan casi el ciento por ciento del consumo de viandas, a los que se unen la yuca y el boniato y, además, dedican  un área al cultivo semiprotegido, con acelga, ajo puerro, zanahoria, col, lechuga y otros.

FOTO Rafael Martínez Arias

Este IPA desempeña una labor importante en el desarrollo agrícola de la Ciudad Escolar, porque cuenta con un laboratorio de Sanidad Vegetal, en el que se obtienen productos biológicos para el control de plagas y enfermedades de los cultivos, no solo para aplicarlos en sus terrenos sino para comercializarlos con empresas agrícolas y productores.

También, tienen un laboratorio de estudio de suelos y otro de medicina verde, este último productor de medicamentos que se comercializan y, en otros casos, los entregan a estudiantes de la CECC y  los utilizan en la Veterinaria.

Allí se trabaja en la creación de una cuenta bancaria para que se depositen los ingresos de los diferentes productos que expenden, y ello contribuya a sufragar los gastos del IPA.

En este centro, conjuntamente, se aplica el Proyecto de fortalecimiento de la Enseñanza Técnica (Profet) que se realiza con el apoyo de la Agencia Suiza para el desarrollo y la cooperación (Cosude) y lo implementan el Ministerio de Educación y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para sorpresa nuestra en el IPA, cuentan con un módulo pecuario compuesto por ganado porcino, ovino, cunícola, avícola y vacuno, y de este último se han beneficiado con más de 683 litros de leche, en los pocos meses que de su atención.

Este politécnico también resalta por tener una minindustria, que produce vinagre, puré de tomate, sofritos, condimentos, mermeladas y otros productos en conserva.

El objetivo principal de esta institución educativa es no solo formar técnicos en las diferentes especialidades, sino convertirse en un centro de producción, y hacia ello se encaminan con buen ritmo.

COMPROMETIDOS CON LA CONSERVACIÓN

Aunque el almanaque registra más de seis décadas de existencia de la CECC, sus alumnos y trabajadores se sienten comprometidos con conservar esta joya educacional, y contribuir a que su imagen sea cada vez más lozana.

Por eso, aunque el paso del tiempo deja huellas difíciles de borrar, los que habitan la Ciudad Escolar sienten el deber -a pesar de los escasos recursos- de contribuir a su restauración y conservación, fruto además del sentido de pertenencia, por eso en cada rincón hay vestigios del amor y cuidado que profesan  a esta majestuosa obra educacional, los agradecidos que en ella han aumentado sus conocimientos y laboriosidad.

 

 

 

 

 

 

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