La ensayista, periodista y abogada , Dulce María Loynaz, (La Habana, 10 de diciembre de 1902), es conocida como la más grande escritora cubana del siglo XX, galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1987, y con el Miguel de Cervantes en 1992.
Hija del general del Ejército Libertador Enrique Loynaz y del Castillo, autor de la letra del Himno Invasor, y de la cubana María de las Mercedes Muñoz Sañudo, aficionada al canto, la pintura y el piano. cuyas influencias despertaron en la niña una gran pasión por la poesía y otras artes.
Con solo diez años de edad comenzó a escribir y a los 17, aparecieron publicados en el periódico “La Nación” sus poemas “Invierno de almas” y “Vesperal”.
Integró una pequeña orquesta familiar con sus hermanos en la que tocó el piano y también escribió los “Diez Sonetos a Cristo” que publicaría la Revista de la Asociación Femenina de Camagüey.
Entre sus premios, condecoraciones y reconocimientos obtenidos se encuentran: La Orden de Alfonso X el Sabio, miembro de Honor de la Asociación Internacional de Poesía, con sede en Roma, nombrada Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en Málaga, Vicepresidenta del Instituto de Cultura Hispánica, en La Habana…
Al amanecer del día 27 de abril de 1997, a los 94 años y afectada por el cáncer, falleció en su antigua mansión de El Vedado, rodeada de obras de arte, recuerdos de viaje y un reconocimiento generalizado y universal dentro de las letras en lengua española.