Expertos de la Cruz Roja, equipos del Comando de Bomberos y fuerzas de salvamento de este municipio costero de Manzanillo efectuaron labores de rescate de un grupo de residentes de Caño Adentro y Sitio-Remate, debido a las inundaciones ocasionadas a causa de los escurrimientos de las lluvias del huracán Melissa.
Pobladores de estas zonas bajas de la demarcación Sitio-Remate y otras aledañas, como las comunidades El Carnero y Las Caobas del municipio de Yara, fueron extraídos de las áreas de peligro al que les expuso el golpe de agua por la crecida de los ríos Yara, Jicotea, Buey, con desembocadura en el Golfo de Guacanayabo, y el vertimiento de la presa Paso Malo del municipio Bartolomé Masó.
Intensas acciones se ejecutan para poner a buen resguardo la vida de las personas por la subida de los volúmenes de las aguas hasta lugares donde nunca antes habían llegado, informó la vicepresidenta del Consejo de Defensa Municipal, Rossio Naranjo Figueredo, que junto al presidente Reynier Beltrán Sánchez, y otras autoridades de los diferentes subgrupos de la defensa como salud pública, asisten a las faenas y acompañan a los damnificados.
La crecida del río Jibacoa, asociada igualmente al escurrimiento, provocó también incremento de los niveles en la comunidad homónima, y en La Piedra, Las Llanadas, Los Jobos, Secadero de San Francisco, similar a las circunstancias climáticas vividas en junio de 2023; tales condiciones limitaron el paso seguro hacia esas áreas y por la carretera interprovincial.
La mayoría de los residentes en estos poblados habían sido evacuados previo al paso del evento meteorológico, por lo cual hoy aún permanecen seguros más de tres mil 700 manzanilleros en los dos centros de evacuación de la localidad y más de 20 mil en casas de familiares y amigos, detalló Dunier Tamayo Casanova, intendente de la localidad, dado que la provincia de Granma permanecen fase de alarma.
No obstante, desde la propia jornada del paso de Melissa se ejecutan las labores de recuperación en los principales efectos de los vientos, las que fueron en su mayoría caída de árboles que derivaron en afectaciones al tendido eléctrico y líneas telefónicas; aunque también aún se contabilizan los daños a las cubiertas y al fondo habitacional de la urbe manzanillera, con un elevado grado de deterioro.
Múltiples brigadas del subgrupo de construcción trabajaron arduamente en el despeje de las vías de acceso a las carreteras que unen la urbe con Río Cauto y Yara, en la circunvalación Camilo Cienfuegos, en el Hospital clínico quirúrgico provincial Celia Sánchez Manduley, y otros espacios.
Trabajadores del sector eléctrico se ocupan con los dos carros cestas de las tareas de restablecimiento del cableado eléctrico, mientras que los de la Empresa de Telecomunicaciones se encargan de las faenas en las redes de telefonía, con énfasis en las rupturas de la fibra óptica en las proximidades de El Piñal para asegurar la comunicación con los municipios de la costa granmense.
Si bien fueron acopiados niveles de productos agrícolas previo al paso de Melissa, Tamayo Casanova afirma que hay pérdidas de plantaciones de plátano burro, yuca, boniato, y se está evaluando afectaciones al ganado, porque a pesar de su traslado a zonas más altas con prontitud, los niveles del escurrimiento y la saturación del terreno ha sido elevado.
El intendente enfatizó en el llamado a la población a colaborar con la poda de árboles, la recogida de desechos sólidos producto al paso del ciclón, e instó a continuar elevando la percepción del riesgo ante estos eventos que resultan cada vez más intensos debido al cambio climático, y a continuar priorizando la vida de las personas y luego los recursos materiales, como premisa del sistema nacional de Defensa Civil y de la Revolución.
