Luego del impasse que provocó el huracán Melissa a su paso por el oriente cubano, los Alazanes no han podido coger el ritmo en la 64 Serie Nacional de Béisbol y el fantasma de la eliminación ya genera demasiada incertidumbre entre sus seguidores.

De hecho, con el solitario triunfo en las seis últimas presentaciones han ido a parar al décimo segundo escaño de la tabla de posiciones, cada vez más lejos de la zona de clasificación.

Acaban de separarse a cuatro rayas completas de Cienfuegos (24-20), que marcha en el octavo lugar, tras el par de reveses en línea frente a los Piratas de Isla de la Juventud, y redondear balance de 19 éxitos y 23 fracasos.

La campaña se le está poniendo vieja a la selección de Granma. Solo con una tremenda reacción y una mentalidad ganadora, retornaría a los play off; de lo contrario, no podría evitar el naufragio en la actual edición de los clásicos cubanos.

Empezando a sacar cuentas, los alumnos de Marcos Fonseca López necesitan salir airosos en ¡21 de los 33! encuentros restantes para llegar a las 40 victorias, cifra con la que tentativamente se clasifica.

Para colmo, al término del tope con los pineros, en el Cristóbal Labra, debían regresar a sus predios para celebrar cuatro cotejos seguidos, pero Melissa y la pobre capacidad de hospedaje de la provincia hacen más exigente el camino.

De tal forma, los Alazanes en vez de recibir a Ciego de Ávila y a Pinar del Río, tendrán que jugar como visitantes las dos próximas semanas ante Tigres y Vegueros, en ese orden.

Luego, acogerán a Cienfuegos y a Matanzas, en el estadio Mártires de Barbados, previo al cierre de la etapa clasificatoria enfrentando a Santiago de Cuba, con los dos choques iniciales en el Guillermón Moncada y los otros tres en la instalación bayamesa.