Que el tridente de atacantes del Barcelona es una de las delanteras más efectivas de la actualidad y más potentes de la historia es evidente. Cada semana que pasa, las sensaciones son mejores y los resultados, incuestionables. Con Leo Messi aún lesionado (no tiene fecha de regreso fijada), Neymar y Luis Suárezle ponen color a todo un trabajo colectivo y del que el equipo ya obtiene resultados. Pese a no haber podido inscribir a Arda Turan y Aleix Vidal, aún teniendo una plaga de lesiones (20) desde que comenzó la pretemporada y no poder contar desde hace mes y medio con su futbolista franquicia, Luis Enrique y sus muchachos son líderes en solitario de la Liga (27 puntos, tres por encima del Madrid) y le queda conquistar un punto para meterse en los octavos de final de la Champions League, un objetivo indispensable.
La diferencia. La aportación de Luis Suárez es la que rompe la estadística. El uruguayo tuvo que esperar la pasada temporada hasta el mes de octubre para jugar debido al castigo que le impuso la FIFA por morder en el Mundial de Brasil al italiano Giorgio Chiellini. Suárez debutó en el Bernabéu (25 de octubre de 2014) y no se estrenó como anotador hasta un mes después, justo cinco partidos y media hora después. Fue ante el Apoel chipriota en la Champions. Si hace un año aún no había goleado, en esta temporada, el uruguayo ya lleva 13 tantos, siendo un jugador indispensable en todos los sentidos: incansable en el esfuerzo colectivo y finalizador de muchas de las acciones de ataque del equipo.
En dos semanas asoma el Clásico en el Bernabéu. ¿Llegará a tiempo Messi? ¿Podrá verse de nuevo en acción al tridente? En el Camp Nou muy pocos dicen nada. El argentino, que renunció por motivos obvios a estar con su selección, trata de ponerse a disposición del entrenador, que no arriesgará lo más mínimo. Las sensaciones del crack serán determinantes para saber si Messi puede unirse en Madrid a sus socios: Neymar y Suárez.