El ataque al cuartel de El Uvero situado en la costa sur oriental de la cordillera de la Sierra Maestra fue una estratégica operación del alto mando rebelde para distraer a las fuerzas gubernamentales y que resultara exitoso el desembarco de los expedicionarios del yate Corynthia, que se produjo por la bahía de Cabonico en las costas de Mayarí, al norte de Oriente, y además aprovechar la acción para demostrar al pueblo la presencia guerrillera en el macizo montañoso.
Al amanecer del 28 de mayo de 1957 hace 68 años se iniciaron los combates, Fidel hizo el primer disparo y comenzó, entonces, el avance de los pelotones comandados por Raúl Castro, Juan Almeida y Guillermo García, mientras que los hombres encabezados por Efigenio Ameijeiras y Camilo Cienfuegos cubrían los flancos.
Tres horas después se producía la rendición incondicional de los soldados del dictador Fulgencio Batista.
Al derrotar a una tropa bien habilitada, quedaba marcada la mayoría de edad de la guerrilla según expresara el combatiente Ernesto Che Guevara.
A partir de la exitosa operación de El Uvero aumentaron las esperanzas y posibilidades del triunfo definitivo -que se logra el Primero de Enero de 1959- pues a pesar de las duras condiciones de la vida en la Sierra Maestra ya el mando rebelde se encontraba en posesión de dominar y diezmar al ejército de Batista.
Las bajas del ejército de la tiranía fueron 14 muertos, 19 heridos y 14 prisioneros; seis lograron escapar. Por los rebeldes, seis murieron y otros seis resultaron heridos.
La guerrilla ocupó muchas armas, entre ellas rifles Garand y Browing, así como gran cantidad de parque.
Por la parte rebelde, cayeron heroicamente los tenientes Julio Díaz González, Emiliano Díaz Fontain, Gustavo Adolfo Moll, Francisco Soto Hernández, Anselmo Vega, Eligio Mendoza y Rigoberto Cilleros.
Heridos en el combate resultaron el capitán Juan Almeida Bosque, el teniente Félix Pena, Miguel A. Manals, Mario Maceo, Manuel Acuña, Enrique Escalona, Mario Leal y Hermes Leyva.
Luego del combate, Fidel Castro le ordenó al Che Guevara, por entonces médico de la guerrilla rebelde, permanecer con los heridos y en igualdad de condiciones atender los propios y los del bando contrario.
Sobre este acontecimiento de trascendencia histórica el máximo jefe del Ejército Rebelde sentenció: “Nuestros hombres tomaron por asalto cada posición, avanzando sobre las balas y combatiendo largamente. Todo lo que se diga sobre la valentía con que lucharon, no acertaría a describir el heroísmo de nuestros combatientes (…) El capitán Almeida dirigió un avance casi suicida con su pelotón. Sin tanto derroche de valor no hubiese sido posible la victoria”.
Al respecto de lo sucedido Raúl Castro afirmó… “Almeida fue el alma del combate y el Che Guevara comenzó a destacarse allí como un guerrillero impetuoso. “(…) El encuentro de El Uvero nos dio categoría de tropa experimentada”.
El Che Guevara lo definió como el momento en que la guerrilla ganó su mayoría de edad, y afirmó que a partir de ahí se incrementó la moral, así como la decisión y esperanzas de triunfo de los rebeldes.Aquella victoria incrementó el prestigio de los rebeldes entre el campesinado, el que comenzó a sentirlos parte suya brindándole todo su apoyo a pesar del incremento de la actividad del enemigo en la zona y sus múltiples medidas represivas.
Las armas ocupadas en el combate del Uvero y el crecimiento en las filas de la guerrilla, permitió la creación poco tiempo después de una segunda columna denominada Columna 4, bajo el mando de Ernesto Che Guevara.