
El inicio de la zafra azucarera 2024-2025 concita la atención generalizada de dirigentes del Partido, Gobierno, de las empresas agroindustriales, productores y la población, en la provincia de Granma.
No resultan infundadas las expectativas, enfrentadas al reducido volumen de azúcar en las bodegas, durante los últimos meses, como parte de la canasta familiar normada.
Ello se debe a que la rama agroindustrial granmense quedó por debajo del plan de la campaña anterior y fue necesario trasladar, desde otros territorios las cuantías disponibles de crudo.
El desabastecimiento del edulcorante también lo sufre la economía, industria alimentaria, la prestación de los servicios comerciales, gastronómicos y el denominado consumo social, llámese instituciones educacionales, de salud pública, el deporte y otros.
De ahí la trascendencia de la arrancada de la cosecha agrícola y de la fábrica, el 28 de noviembre próximo, en las que intervendrán ocho municipios y otras cuatro empresas agroindustriales, tributando sus cañas y meladuras en el Arquímedes Colina y Roberto Ramírez, liderada por el Enidio Díaz, de Campechuela.
Sobre los hombros de los trabajadores de estas entidades recaerá el peso de la tarea de hacer zafra con el empeño que exige la contribución de actores económicos, las autoridades y las organizaciones sindicales y de masas.
Está definido, y es la máxima, que tendremos lo que seamos capaces de producir con los recursos y fuerzas disponibles para sobreponernos a las carencias y limitaciones de insumos, en particular de combustibles y lubricantes, que vienen afectando la actividad agrocañera.
En reciente análisis , efectuado en Bayamo, se evidenciaron las potencialidades y compromisos para la recuperación del sector cañero azucarero y los aseguramientos políticos para el desarrollo de la inminente campaña, con participación e integración intersectorial que garantizarán las más de 19 mil toneladas de azúcar y de meladuras, estas últimas destinadas a la elaboración de derivados de la caña.
También valoró la intensidad del trabajo, aprovechamiento de cada jornada laboral, capacitación y atención diferenciada, a la fuerza laboral que ha de primar en la etapa, para estar listos en la fecha fijada con acciones de reparación y mantenimiento, caracterizadas por la mejor calidad posible, no obstante las dificultades materiales, en el empeño de lograr molidas estables.
Así el encuentro se refirió a la complejidad del momento, donde es determinante la capacidad organizativa, de movilización y aplicación de alternativas en la cadena productiva, desde el corte, alza y tiro de la caña, para que los ingenios mantengan activas sus máquinas y Granma con la fuerza de su pueblo garantice el preciado producto.