
Los campesinos y cooperativistas de la provincia de Granma logran una gradual estabilidad en la cosecha de tomate correspondiente al actual año, la cual debe aportar siete mil toneladas a la industria de conservas.
Aunque con atrasos por los daños provocados por las atípicas lluvias de los últimos meses, los agricultores del polo productivo enclavado en Yara, principal suministrador de materia prima, acometen acciones para proteger los cultivares y garantizar los volúmenes de la hortaliza a la fábrica y los mercados agropecuarios estatales.
No obstante a la demora en las siembras en algunas áreas que tuvieron que hacerse en enero y las pérdidas de más de 100 hectáreas en las Unidades Básicas de Producción Cooperativas y las Cooperativas de Créditos y Servicios se asume con optimismo la tarea.
Ya se han acopiados más de mil 300 toneladas y en los campos se observa un buen estado vegetativo, maduración y altos rendimientos, además, los directivos de la empresa agropecuaria Francisco Rosales Benítez pronostican picos de recolección en marzo y abril.
Mientras se intensifica la labor de atención fitosanitarias a las plantaciones en particular la limpia y crean condiciones de drenaje para enfrentar otras posibles afectaciones climatológicas.