Para muchos la juventud es sinónimo de lozanía, brío y belleza, y eso es cierto, pero también lo es de compromiso, madurez y deseos inmensos de ser útiles.

Así lo percibí recientemente en el acto de entrega de pergaminos a graduados de la carrera de Técnico superior en Enfermería de ciclo corto de la Facultad de Ciencias Médicas de Bayamo, Granma, cuando chicas ataviadas con el blanco uniforme de enfermeras alzaron sus voces para patentizar su apoyo irrestricto a la revolución y la decisión de ir, desde ya a donde más las necesiten.

Con un brillo especial en los ojos y una voz firme a pesar de la grabadora y la cámara, tres muchachas bayamesas, por más, acreedoras por sus resultados y esfuerzos de Título de Oro, comentaron de sus propósitos inmediatos.

ROXANI

Roxani Rivero Díaz, con solo 20 años de edad, está a solo días de iniciar su vida laboral, pues a partir del primero de agosto próximo prestará servicios en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, en Neonatología.

“El momento –afirma- amerita que nosotras, ya como parte del ejército de basta blancas asumamos esta nueva responsabilidad dando el paso al frente para apoyar la situación epidemiológica de la provincia. Ahora no tienen trascendente importancia las vacaciones, sino que retribuyamos cuanto se hay hecho por nuestra educación y superación profesional.

“Me enorgullece estar del lado de quienes, desprovistos de egoísmo, piensan más en el bienestar colectivo que en sí mismos, por eso mis padres, mis profesores, todos, pueden estar seguros del compromiso contraído y de cuanto haré para ser digna heredera de la historia y los mártires de esta tierra indómita.

“Considero he tenido suerte, pues mi ubicación es en el servicio de Neonatología, especialidad que me gusta mucho, se trata de recién nacidos, y estaré la lado de un personal altamente calificado del cual trataré de aprender mucho.

“Siempre me gustó la Enfermería, uno tiene contacto directo con el paciente, conoce y está cerca de sus dolores y malestares, y la enfermera es comunicadora por excelencia. Es mi deseo desarrollarme como profesional hasta hacer la Licenciatura”.

LILIANA

De voz fuerte y segura, Liliana Montero Rosales, de 21 años de edad, expresa su satisfacción por tener a partir de ahora la posibilidad de asistir médicamente a una persona, de ayudarla a recuperar su salud.

Siente una gran ansiedad porque en breve estará ejerciendo la profesión que durante tres años estudió con mucho amor, porque en esta ocasión para ella no habrá vacaciones de verano, sino tareas y metas.

“Ya tendré tiempo de vacacionar, -asegura- este es un momento que precisa de nuestro esfuerzo, y estaremos donde se nos necesita y seamos más útiles, ahora más que nunca nuestro país nos requiere, somos un apoyo por la situación actual, y nuestra llegada es una bendición por el enorme déficit de enfermeras. El primero de agosto debo comenzar en el salón de parto en el hospital Céspedes.

“Pienso seguir superándome, hacer diplomados y la Licenciatura”.

LIUDMILA

“Este momento es gratificante para mí, porque gracias a Dios y a la Revolución me hago enfermera con honores”, afirma la joven de 23 años Liudmila Jerez Roselló.

“Sentí emoción al firmar el documento de compromiso, ahí quedó plasmada mi decisión de apoyar, de poner en práctica en función de los pacientes lo aprendido, las enseñanzas de nuestros profesores.

“Iniciamos el camino, pero si seguimos a nuestros corazones y escuchamos la voz de nuestras conciencias podremos hacer historia, como le corresponde a las nuevas generaciones de cubanos.

“Me ubicaron en el salón de parto del hospital Carlos Manuel de Céspedes, imagínese, algo muy especial, ayudar a los seres humanos a venir al mundo.

“Se avecinan tiempos de esfuerzo, cuando trabajo y estudio se tomarán de las manos, porque mi meta es ser Licenciada”.