
A pesar de vivir varios años bajo la mítica sombra de su padre y sus hermanos, integrantes del legendario Quinteto Rebelde, la masoense Estelvina Medina Muñoz, supo trascender también por su obra, carisma y sus esfuerzos.
Consagró toda su vida a lo que, además de sustento, le brindó satisfacción y crecimiento, junto a un inmenso reconocimiento social.
La Pedagogía fue para ella más que razón de vida; significó la manera de expresar sus sentimientos y de poder retribuir a la Revolución cubana todo el amor y la bondad que puso en su camino.
“Cuando triunfó la Revolución apenas había recibido las primeras letras, pero recuperé todo el tiempo perdido, aproveché las oportunidades que me dieron hasta hacerme maestra que era mi gran sueño de infancia”.
“Tuve la suerte de trabajar con personas muy nobles y humildes que, además de brindarme sus conocimientos, me aportaron mucho desde el punto de vista espiritual, todas esas enseñanzas he tratado de transmitirlas a las generaciones que he formado a lo largo de más de 40 años de trayectoria docente”.
Aun cuando ya no ejerce de manera sistemática, Estelvina mantiene su vínculo con las aulas, ahora como miembro de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor, la que comparte con otros vecinos de su edad, con su hermano Alejandro Medina Muñoz y su primo Rubén la O Zamora, ambos miembros activos del Quinteto Rebelde.
“El extenso batey familiar nos sirve de punto de encuentro para evocar recuerdos y momentos memorables de nuestras vidas, sobre todo aquellos en los que tuvimos la suerte de compartir con los principales líderes de la Revolución durante la lucha armada que libraban en estas montañas”.
Como originaria de la comunidad masoense de La Plata, uno de los tantos sitios olvidados de la neocolonia en plena Sierra Maestra, Estelvina Medina nunca imaginó convertirse en maestra y brindar tanto amor y ternura a cientos de niños y niñas de estas serranías.
Hoy sus recuerdos se evocan no solo para agradecer las oportunidades que le brindaron tras el triunfo revolucionario de 1959, sino también para motivar a nuevos docentes con su ejemplo, para que sigan como ella abriéndose paso ante la vida llevando a toda Cuba la luz de la verdad.