
En el primer día del año indígena y originario, Morales también solicitó energía y fuerza para seguir trabajando por el país y destacó que, gracias a la lucha del pueblo, se recuperó la dignidad y soberanía.
Asimismo, sugirió recuperar la ‘identidad nacional’ y las canciones de ‘resistencia’, ‘rebelión’ como el ‘Jula Jula’, que-dijo- era música de los antepasados para hacer frente a las políticas de dominación.
Es una alegría recibir el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco. Que los primeros rayos del sol llenen de energía al Abya Yala #Año5525 pic.twitter.com/kH98oe8zD7
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 21 de junio de 2017
Evo Morales, acompañado por las ministras de Comunicación, Gísela López, y de Culturas, Wilma Alanoca, entre otras autoridades, participó en una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) a cargo de los amautas (del quechua: amawt’a; ‘maestro’, ‘sabio’), en el inicio de la llamada ceremonia del Willka Kuti o Inti Raymi (regreso del Sol).
Pobladores del lugar y turistas se reunieron en las primeras horas de la mañana para captar los primeros rayos del Sol con las palmas de las manos elevadas y tomar la energía del ‘Tata Inti’ (nombre en quechua del astro rey).
Los asistentes compartieron un ‘apthapi’ (tradición para compartir alimentos entre los miembros de una comunidad), para ocho mil personas.
Desde Orinoca, tierra que me vio nacer, recibimos los primeros rayos del sol para darnos fuerza, ajayu para seguir trabajando por Bolivia. pic.twitter.com/TpXHmwEsLq
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 21 de junio de 2017
Bolivia tiene 300 lugares sagrados, donde la población asiste a la celebración que está ligada a la referencia astronómica del solsticio, fuente de energía y renovación espiritual, y se registra como fenómeno natural entre el 20 y el 23 de junio en el hemisferio sur.
Otro de los lugares más visitados durante esta fecha es la antigua ciudad Tiwanaku, centro ceremonial donde confluyen miles de personas y cuna de la civilización precolombina que data de 10 siglos antes de Cristo y desaparecida poco antes de la llegada de los incas.
Hasta allí llegó el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, para recibir los primeros rayos del Sol que ingresaron por las puertas del templo de Kalasasaya de esa localidad.