Cuenta que llegó al levantamiento de pesas por obra de la casualidad y que su vida ha estado ligada a barras y discos, desde aquella vez que acompañó a su hermano Orelvis al entrenamiento.
Así empezaba la pasión por un deporte que le ha reportado innumerables emociones, pero ninguna como la que está a punto vivir Yorelvis Machado Olivera: uno de los dos cubanos convocados al Campeonato mundial juvenil, que acontece en la ciudad mexicana de Guadalajara, desde el día 15 y hasta el próximo 23.
“Competir entre los mejores del mundo de mi categoría, ya es tremendo resultado”, afirma el oriundo de Jiguaní, vía Facebook, antes de reconocer que asume el mayor reto de su aun corta carrera deportiva y que agarrar una medalla se torna -en extremo- difícil.
“Lo importante es cumplir con las marcas que tengo establecidas y hacer una buena competencia”, agrega el joven de 18 años de edad, que viajó a la justa con registros personales de 135 kilos en arranque y 175 en envión, para un total de 310.
Machado Olivera aparece entre los 18 forzudos que animarán la división de 81 kilogramos, la tercera más concurrida del certamen, y su debut está previsto para este domingo, a las 2:00 pm (hora de Cuba), como parte de los ocho integrantes del grupo B.
La ubicación en esa llave obedece a su marca de inscripción de 290 kilos (total); mientras, los principales contendientes a preseas competirán dos horas después.
Entre los favoritos se encuentra el turkmeno Gaygysyz Torayev, quien llegó con registro de 340 kilos, superior a los 337 del kazajo Yedige Yemberdi y a los 330 de otros cinco concursantes.
En medio de una experiencia inigualable, Yorelvis no olvida aquella aparente tregua en tiempos de pandemia: “Entrenaba con mi hermano para conservar la forma y que nos sirvió para luego entrar al equipo nacional”.
Cuando suba mañana a la plataforma del Foro Code Paradero, pensará en su profesor de la Eide granmense, Pelayo Calante, a quien le reserva un lugar especial: “Es mi amigo; le debo mucho, me ha convertido en lo que soy y siempre está pendiente a mis resultados”.
También recordará a su primer entrenador Yan Costa, y a Mariela Rosabal y Oreste Girón, quienes influyeron, desde el inicio, en su formación como atleta en su terruño jiguanisero.