
Manzanillo.- Una de las más claras evidencias de altruismo, solidaridad y sentimientos humanos constituye hoy la evolución satisfactoria de los nueve pacientes trasplantados de riñón durante el año anterior y los tres del actual, residentes en la región del Guacanayabo y que se sometieron a ese proceder, en lo que va del actual período.
La doctora Yamilé Vila Arias, jefa del servicio de trasplante del hospital clínico, quirúrgico y docente Celia Sánchez Manduley, de la ciudad del Golfo declaró a la prensa que en esa institución desarrollan los análisis complementarios para que los pacientes idóneos se sometan a semejantes intervenciones que el país garantiza de manera gratuita a quienes la necesitan en esta región, en la provincia de Holguín.
Actualmente 21 personas están aptas para la implantación de otros riñones, mientras estudian dos parejas de donantes vivos: un matrimonio y un padre y su hija, aseveró la especialista.
“Les permite incrementar la calidad de vida y mejor la expectativa de vida porque no es lo mismo estar sometido a una máquina de hemodiálisis tres veces por semana, que disfrutar de un tratamiento en el hogar con la familia. Hay pacientes que llegan a incorporarse a su centro de trabajo.
“La supervivencia, por lo general, es de más de ocho años. No obstante, los trasplantados continúan el seguimiento clínico en territorio holguinero y con los medicamentos inmunosupresores, hay muchos que llegan a los 20 años funcionando el órgano sin ninguna dificultad.
“La responsabilidad y disciplina es muy importante porque no puede fallar el tratamiento y las orientaciones porque se acortan la vida del paciente y la efectividad de la implantación.”
Por su parte, la psicóloga Maidelis Oro Perdomo, especialista del departamento de trasplante de órganos en el hospital Celia Sánchez Manduley, asevera que su equipo trabaja para orientar a los pacientes la manera correcta de asumir estilos de vida saludables y eliminar los tabúes que sobre ese tema pueden tener la familia.
“Llegar a la sensibilidad humana para ayudar a otras personas. Con una donación de órgano se les ofrece vida a otras dos que esperan en una sala de hemodiálisis.

“Luego de la operación, el apoyo de familia es esencial con amor y paciencia porque trae muchos cambios, transformaciones en los estilos de vida porque se integra a la sociedad con limitaciones para cuidar su salud plenamente”, concluyó Oro Perdomo.