
Al computar una tasa de mortalidad infantil de 1,1 por cada mil nacidos vivos, la provincia cubana de Granma culminó los primeros meses de 2018 entre los mejores territorios de la nación en ese indicador de salud.
El considerable registro, por debajo de la media nacional, de 4,0, es de una singular trascendencia, pues resulta una pauta significativa para alcanzar la meta propuesta, de concluir el año con una tasa inferior a 4.
Se produjeron tres mil 617 nacimientos y sólo cuatro fallecimientos. La reorganización de la Medicina Familiar iniciada en 2008, que aumenta el seguimiento especializado de la embarazada y el niño en sus lugares de residencia, es de suma importancia para alcanzar el logro.
Los municipios de Media Luna, Campechuela, Pilón, Bartolomé Masó, Jiguaní, Guisa, Yara, Manzanillo, Buey Arriba y Cauto Cristo no reportaron mortalidad infantil ni materna. En tanto, son responsables de los decesos ocurridos en menores de un año, Río Cauto, Bayamo y Niquero.
El índice de recién nacidos con bajo peso, es equivalente a 4,42 por ciento.
Por su parte, las tasas de mortalidad preescolar, escolar, y de menores de 5 años, es de 0,71, 3,6 y 1,38, en ese orden.