La tradicional peregrinación como homenaje al Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, en el  aniversario 65 de su desaparición física, tuvo lugar este 28 de octubre en Granma.

Desde bien temprano, estudiantes, combatientes, miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el Ministro del Interior y trabajadores, junto a las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio, depositaron flores en el río Bayamo, como digno tributo al hombre de pueblo.

La histórica marcha estuvo precedida por el acto provincial de clausura de la jornada ideológica Camilo-Che,  en la que  estudiantes de la Escuela Camilito y del IPVCE Silberto Álvarez Aroche recibieron de manos de la primera secretaria del Partido en Granma, Yudelkis Ortiz Barceló, el carné que los acredita como miembros de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Por su parte,  nuevos arribantes a la fila del Partido Comunista de Cuba, igualmente les fue dado el documento acreditativo.

En tal sentido, Javier Pérez Martínez,  quien cursa el quinto año de la carrera de Medicina, en declaraciones a La Demajagua, destacó el valor histórico y político de ingresar al Partido en una fecha significativa para los cubanos.

De igual manera,  Roselis Thalía  Cedeño Pérez, estudiantes de la Escuela Camilito, expresó que ingresar a las filas de la organización de jóvenes comunistas, constituye un alto compromiso con la patria, como futuros oficiales de las FAR.

En las palabras centrales Yaritza Jerez Cabrera, primera Secretaria de la UJC en Granma, recordó el legado político y humanista del hombre de la sonrisa amplia en el contexto actual, en el que granmenses prestan su ayuda solidaria en la hermana provincia de Guantánamo, tras el paso del huracán Oscar.

“Con Camilo seguirnos navegando en el Granma, desafiando la Sierra, combatiendo en el llano, triunfando a cada paso”, subrayó.

Por su parte artistas del territorio escenificaron entre cantos y declamaciones las  hazañas gloriosas del Héroe de Yaguajay, quien  al mando de la Columna No. 2 Antonio Maceo, llegó al occidente cubano a finales de 1958, e inició su campaña en el norte de Las Villas.

Durante la recordación al Señor de la Vanguardia, el pueblo granmense reafirmó su compromiso de respaldo a  la Revolución y al Partido en medio la difícil circunstancias que atraviesa el país, como parte del bloqueo comercial y financiero impuesto por el gobierno estadounidense.