Grano Centro abre camino hacia el desarrollo

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Por Juan Farrell Villa | 26 septiembre, 2022 |
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FOTO/Rafael Martínez Arias

La planta de secado, beneficio y empaque Grano Centro  está en marcha. Desde hace dos años viene realizando una importante contribución al programa alimentario y a mejorar la economía territorial y de los más de tres mil productores que les tributan.

La moderna industria de Granma clasifica, limpia, seca, beneficia y almacena frijol y maíz, dejando atrás arcaicas prácticas en esta labor, tras cada cosecha, sobre los tramos de carreteras, plazoletas y cubiertas de las viviendas de los agricultores.

“Este 2022 ha sido un año muy bueno, en que nos preparamos para buscar soluciones; lo primero que hicimos fue contar con un crédito bancario que garantizó nuestro objeto social fundamental”, dijo Ángel Tamayo Yero, director de la Unidad Empresarial de base (UEB), perteneciente a la Empresa agroindustrial José Manuel Capote Sosa.

Señaló que compraron frijoles en la provincia y en Holguín  con pagos inmediatos al productor, al igual que en el caso del maíz con el financiamiento para terminar la campaña de las cosechas.

Insistió en la prioridad que le dan a mantener el buen estado de opinión, entre los cooperativistas, porque ellos y sus familias viven del resultado del trabajo.

Tamayo Yero destacó que gozan de salud financiera y los aportes, hasta la fecha, rebasan los seis millones de pesos en utilidades, con la creación de tres colectivos laborales, una forma de gestión más abierta, que estimula el sentido de pertenencia, la productividad y eficiencia.

Explicó que el salario promedio ronda los 17 mil pesos mensuales y ha venido a resolver un problema económico con la entrada de materia prima (los granos), lo cual facilita el proceso productivo en la UEB.

Aclaró que tienen una situación por resolver, se estudia la vía de darle una respuesta, con  nueve trabajadores,  que integran el equipo de Regulación y control y la dirección de la UEB, los que hoy reciben solo el salario básico.

El directivo añadió que han diversificado la actividad con la comercialización de diferentes productos agrícolas en el mercado de la calle Saco, esquina a Pio Rosado y en un quiosco, en los frentes de la entidad, ubicada en la comunidad de El Country, a unos cinco kilómetros de Bayamo en la vía que conduce a Santiago de Cuba.

“Nuestro problema radica en la extracción del maíz, por falta de capacidad de almacenamiento y que exige del acopio y transportación por la Empresa Porcina, para evitar la paralización del proceso fabril; no obstante, hacemos entregas a otras entidades, respetando el contrato con el principal cliente, dedicado a la elaboración del pienso para los cerdos”.

Se suma al quehacer de Grano Centro, la exportación de carbón vegetal y la venta online de arroz, carnes y viandas, con ingresos en moneda libremente convertible y saldos favorables.

Reydi Espinosa Garrido, operario agroindustrial y al frente de brigada, resaltó la satisfacción que  experimenta con los salarios que en agosto alcanzaron  24 mil pesos, gracias al desempeño del colectivo.

“Estamos prestos siempre, a la hora que sea, para cumplir la tarea, además recibimos una atención esmerada y respuesta ágil, ante cualquier dificultad, por parte del jefe de colectivo y el Consejo de Dirección.

El joven obrero consideró que esta es una unidad que avanza, muy por encima de otras, no solo en materia salarial, sino por la forma de gestión implementada, que motiva, genera eficiencia y respaldo productivo.

 BENEFICIOS COMPARTIDOS

Tanto productores agrícolas como agroindustriales granmenses, reciben los beneficios y fortalecen el encadenamiento productivo, en área clave de la Estrategia económico-social que precisa sustentarse con un mínimo de recursos importados en un contexto nacional e internacional complejo.

La planta no consume combustibles fósiles, porque trabaja con leña, cascarilla de arroz, entre otras biomasas y elabora varios subproductos, como el pinol, harina de maíz, de arroz, yuca y sorgo; de la mezcla hacen un pienso criollo, todo con mucha demanda.

Alberto Pérez Espinosa, comercial  de la Unidad básica de producción cooperativa 24 de Febrero, de Veguitas, Yara, calificó de profesional el trabajo que realizan en el Laboratorio de la industria, el cual infunde confianza.

“El pago lo hacen sin trabas y de forma ágil, el pesaje lo rectifican en presencia del productor  y si tú ves el fruto de tu sudor, y a eso le añades que te quitas cantidad de trabajo extra, resulta estimulante para los que cultivan el maíz y los frijoles.

“En realidad el proceso aquí es riguroso, ahorra tiempo y dinero, pues te reciben el grano con niveles de humedad de hasta un 25 por ciento, le quitan las impurezas, lo beneficia y entregan a la unidad de alimento animal con un 14 por ciento”, explicó Pérez Espinosa.

De ese compromiso da fe la ingeniera agrónoma, Belia Martínez Arévalo, especialista en gestión de la calidad, quien asegura que el laboratorio es el corazón de la planta, porque no solo evalúa el grano que entra, sino que una falla daña el resto del proceso hasta el producto terminado y, por ejemplo, se va el maíz con plaga.

Martínez Arévalo dijo que año tras año las producciones crecen y los campesinos ganan en cultura y comprueban cuanta valía tiene el aplicar la ciencia y la técnica, al acudir al centro, por el valor agregado que cobra todo su esfuerzo.

Así con gradualidad la UEB Grano Centro se erige en  fortaleza en la Empresa Estatal Socialista Cubana y  abre  el camino para el desarrollo económico y social.

 

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