Guardianes de la salud

Share Button
Por María Valerino San Pedro | 19 marzo, 2016 |
0
Especial atención y seguimiento reciben los lactantes, así lo corrobora la joven doctora Diana Rosa Martínez Noguera, del consultorio 53 en el reparto Ciro Redondo, de Bayamo. Foto: Rafael Martínez Arias.
Especial atención y seguimiento reciben los lactantes, así lo corrobora la joven doctora Diana Rosa Martínez Noguera, del consultorio 53 en el reparto Ciro Redondo, de Bayamo. Foto: Rafael Martínez Arias.

El Programa del médico de la familia, sin precedentes en el mundo y catalogado como ventajoso por la Organización Mundial para la Salud, ha conseguido desde su creación en 1984 importantes resultados en la prevención, vigilancia, educación y atención de la salud del pueblo cubano, posesionando a nuestro país por encima de naciones desarrolladas en numerosos indicadores.

Sin embargo, sin renunciar a tales logros, existen problemas que impiden alcanzar su verdadero impacto.

En reciente visita a la suroriental provincia cubana de Granma,  el doctor Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública, otorgó extrema relevancia a la Atención Primaria de Salud (APS) y ,en especial, al Programa del médico y la enfermera de la familia.

“Tenemos que hacer sostenible la APS, en la medida que logremos que las personas resuelvan su situación en el consultorio y en el policlínico, no tendrán que acudir al hospital. Es evidente que la población irá adonde se le  solucione el problema”, afirmó.

Granma cuenta con 791 locales empleados como consultorios del médico de la familia (CMF), según información suministrada por el doctor Delfín Coello Morales, jefe de la sección de Atención Primaria de Salud (APS) provincial, quien asegura que hay disposición de continuar venciendo obstáculos materiales y eliminar los subjetivos.

“En la provincia, explica, existe una cobertura médica y de enfermería del ciento por ciento; de la totalidad de los consultorios, 687 cuentan con un médico y una enfermera y 104 con un médico y dos enfermeras, a los cuales se suma ahora el operario de vectores.

“En APS los médicos son cuatro mil 26, de los cuales dos mil 178 están cumpliendo misión  y 170 constituyen la reserva para cubrir traslados, certificados, licencias y vacaciones.

“En el Plan Turquino de los 136 CMF, 114 poseen los dos profesionales señalados, en tanto 22 tienen licenciadas en Enfermería, y de ellos 15 son atípicos, lo cual impide que el facultativo viva en él, utilizándose solo para la consulta”.

INVESTIGACIONES Y RESULTADOS

La aplicación de unas 200 encuestas y la visita a 35  consultorios, en Bayamo y Manzanillo, demuestran la preocupación del pueblo por la calidad de este esencial servicio, por cuanto es elevada  la cifra de personas que refieren no recibir asiduamente la visita de su médico, ni siquiera una vez al año, y en el caso de las mujeres predomina también la respuesta de que no se les orienta ni realiza la revisión de las mamas en el tiempo establecido.

Los galenos no son considerados como componente de la comunidad, debido a que en muchos de los casos su permanencia en el consultorio no llega al año, lo cual impide su familiarización con la situación de salud y composición de la zona, el completamiento de las visitas de terreno y seguimiento de las enfermedades cuando el caso lo requiera.

Un elevado número de ellos viaja diariamente, incluso de un municipio a otro, causa de llegadas tarde y retiradas en horas tempranas, agravado por la poca garantía de almuerzo y algunos comparten locales con hasta tres médicos (tres consultorios en un uno), en condiciones de hacinamiento y poca privacidad para consultas.

La investigación posibilitó contactar no solo con pacientes y funcionarios, sino con varios médicos de familia y personal de Enfermería, que mayoritariamente reconocen sus verdaderas funciones, desean cumplirlas, aman su profesión, pero no cuentan con las condiciones mínimas para hacerlo.

Refieren utilizar mucho tiempo en llenar documentos, participar en reuniones, en la emergencia del Programa Materno-infantil, y hacer pesquisa cuando hay algún caso de dengue.

Las principales dificultades encontradas se relacionan con la carencia de material gastable, por ejemplo, hojas y bolígrafos; falta de agua corriente en un gran número de instalaciones, que atenta contra la higiene; y locales muy dañados constructivamente, como el del reparto bayamés Viviendas Campesinas, en peligro de derrumbe.

También, el control del Grupo Básico de Trabajo (GBT) no es suficiente para revertir la situación del programa de enfrentamiento al Aedes aegypti,  no siempre se involucran a los factores de la comunidad, como actores fundamentales para lograr modificar la situación de salud del área.

Repercute negativamente la carencia de profesores de Pediatría, Medicina Interna y Ginecoobstetricia y GBT, incompletos por la falta de especialistas, y además, existen inconformidades con el funcionamiento de los consejos populares por la salud.

LA OTRA CARA

Indudablemente, los principales indicadores muestran sustanciales avances, como la tasa de mortalidad infantil de 3,8 fallecidos por cada mil nacidos vivos, lograda en 2015.

Estos hablan por sí solos de un gran esfuerzo gubernamental y de la Dirección de Salud por rescatar los conceptos fundacionales del médico y la enfermera de la familia.

Sobresalen el funcionamiento del ciento por ciento de los CMF definidos como necesarios, cobertura de la totalidad de ellos con médicos y enfermeras, fortalecimiento del programa de vacunación con recursos materiales en los 13 municipios, tener  la población dispensarizada (conocer cuál es la población sana y la que tiene enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles), lograr la estabilidad y permanencia de galenos en el Plan Turquino y zonas de difícil acceso.

La estrategia del Minsap incluye instaurar el proceso de desburocratización, que al concluir dejará solamente cuatro documentos a llevar por los médicos de familia: historia clínica familiar,  historia clínica personal, hoja de cargo y el análisis de la situación de salud, que se hace a inicios de año y se discute con las organizaciones de masas, quienes harán entonces un plan de acción para reducir o eliminar los problemas.

Varios de los encuestados opinan positivamente de la atención que reciben, por ejemplo, Annareya López Fernández, del consultorio 43 en Bayamo, madre de un lactante, la califica de maravillosa, resaltando al médico anterior, la actual doctora y la enfermera.

Por su parte,  Neysa López, del consultorio 52 de la capital provincial, dice: “Cuando el embarazo, iban a la casa muy frecuente a  verme, ahora,  con el el nacimiento del niño la preocupación y ocupación es igual, no tengo quejas”.

En Manzanillo Ángel Reyes Sánchez, del consultorio 16 del policlínico número uno doctora Francisca Rivero Aroche , califica de “excelencia el servicio de los médicos allí, son muy esforzados en su quehacer”.

Semejantes opiniones tienen Arturo Castillo y Raquel Profet. Ellos califican de maravillosos a los médicos, pero, dice Profet que “aquí deben buscar alternativas para disminuir las horas de espera, pues coinciden niños, embarazadas, y ancianos, uno sabe a la hora que llega, pero no a la que se va¨.

El imperativo es que los médicos de familia cumplan su  función de ser guardianes de la salud, estar en estrecho contacto con la familia que atiende, visitar sus hogares, conocer  sus hábitos de vida, higiene, cultura y demás aspectos que influyen en la salud.

Para ello se debe obrar con inteligencia y organización, además maniobrar con el   soporte material que existe, pensando en que las dificultades tienen dos puntos de vista humanos: el del paciente y  el profesional.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *