El 7 de diciembre es un día de héroes en Cuba, por su profunda carga de simbolismo, patriotismo, coraje e internacionalismo. La fecha vincula a importantes figuras y hechos de nuestra historia: la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo Grajales (1896), el nacimiento de Frank País García (1934), la Operación Tributo (1989) y la fundación de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (1993).
El Lugarteniente General del Ejército Libertador Antonio Maceo y de su ayudante, el capitán Francisco Gómez Toro (Panchito), cayeron en el combate de San Pedro de Punta Brava, en la región de La Habana.
La condición de destacado estratega militar de Maceo la probó en más de 800 acciones combativas y en la invasión de Oriente a Pinar del Río. En todo momento, mostró un profundo sentido de la disciplina y lealtad sin límites a la patria.
Desde joven, el santiaguero Frank País se destacó por su inteligencia y pasión por la libertad. Hombre de grandes valores, luchó incansablemente contra la dictadura de Fulgencio Batista, lo asesinaron en las calles de Santiago de Cuba, el 30 de julio de 1957. Es el símbolo del sacrificio de una generación ejemplar.
Llevó el nombre de Operación Tributo el traslado hacia Cuba de los restos de los dos mil 85 mártires que cumplieron misiones militares y 204 en tareas civiles, para darles sepultura en panteones de los caídos de cada uno de los municipios del país, del 27 de noviembre al 4 de diciembre de 1989.
El 7 de diciembre de ese año, el Líder de la Revolución Fidel Castro, desde el Cacahual, donde reposan los resto de Maceo, resaltaba el significado simbólico del día seleccionado: “Al escoger esta fecha para dar sepultura a los restos de nuestros heroicos combatientes internacionalistas caídos en diversas partes del mundo, fundamentalmente en África, de donde vinieron los antepasados de Maceo y una parte sustancial de nuestra sangre, el 7 de diciembre se convertirá en día de recordación para todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa de su patria, sino también de la humanidad”.
Y, seguidamente, puntualizaba: “De este modo, el patriotismo y el internacionalismo, dos de los más hermosos valores que ha sido capaz de crear el hombre, se unirán para siempre en la historia de Cuba”.
El interés era que la obra de aquellos que ofrendaron sus vidas en el deber, su ejemplo de revolucionario, su patriotismo e internacionalismo, perdurara por siempre. Sus vidas recuerdan que la lucha por la libertad y la justicia es un camino que requiere decisión y valentía.
Las distintas generaciones de combatientes fueron organizadas y cohesionadas de manera voluntaria en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), con los objetivos de apoyar la defensa de la Revolución y las conquistas del socialismo, honrar la valentía y sacrificio de sus miembros y preservar la memoria histórica.
El Comandante en Jefe Fidel Castro definió a los combatientes revolucionarios como servidores leales, que solo tendrán por divisa servir al pueblo.
Desde su constitución la ACRC devino una fuerza moral y patriótica, capaz de transmitir los valores más puros de la Revolución mediante el ejemplo y la acción constante.
La patria cubana, digna y heroica, es resultado de las abnegaciones y sacrificios de sus héroes y mártires. Ellos viven en el corazón de la Patria por su heroicidad y entrega total al ideal revolucionario.
