Caracterizando el Dolor
Caracterizar al comandante; No podría, no me considero profesionalmente preparada para hacerlo, además, no creo que el corto espacio de un matutino fuera suficiente. Solo me creo capaz de hablar en nombre del dolor. Ahora, Fidel, cumples tu primer año en otra dimensión, bendecidos los que te acompañan. Te sentimos cada minuto y segundo de nuestros días y siempre te recordamos con tu uniforme verde olivo como identidad de rebeldía, valor y esperanza. Leemos y releemos tus discursos, tus reflexiones. Eres referencia obligada para un pueblo que trasciende nuestra frontera y se extiende por toda América latina y el mundo. Eres símbolo internacional y no hace falta hablar español para decir tu nombre. África toda te recuerda. Para toda el planeta está presente porque sabemos cuanta faltas haces todavía. Hoy queremos conversar contigo, preguntarte, rendirte cuentas de cómo marcha tu obra, la difícil pero segura obra que nos enseñaste a construir, con vergüenza y decoro y que tenemos hoy el compromiso de cuidar y hacer cada día mejor. Hemos vividos trescientos sesenta y cinco días sin tu compañía Fidel, pero ha sido a la vez un año multiplicado hasta el infinito, donde todos te hemos sentido presente en cada creación que broto de tus ideas, de tus manos ; esas manos que son impresión pura de tu carácter indomable. No, no hace falta tu nombre en una calle, una escuela o un hogar de ancianos, porque está tu huella, esa, la que no se borra al cambiar el lugar de la fachada sino que perdura porque esta impregnada en los cimientos. Estas en todas partes Fidel, sembrado en esa roca monolítica con raíces de caguairan, con los que te acompañaron al Moncada, con Frank, con Mariana, con Céspedes, con Martí. Estas junto a tu pueblo que acude cada día a rendirte homenaje y junto a la niña pionera que cuando pone una flor blanca deja escapar unas inocentes lágrimas. Cuba te llora Fidel, pero no por tu partida; Tu no partes, tu no pierdes batalla alguna, aquí seguiremos dialogando contigo, comandante en jefe, padre, hombre, amigo. Sujétense fuerte las manos, esta temblando el piso, no teman, ha pasado un gigante: ¨ Mi Gigante¨.