Honoris Causa para un caballero de las letras

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Por Ernesto Parra Muñoz | 22 marzo, 2025 |
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Tendría unos siete años cuando lo vi llegar un día a la casa de mis abuelos maternos, era fin de semana, venía directo desde Santiago de Cuba hasta Bayamo a ver a tía Lucía; en aquel entonces me llamaba la atención su estatura y su pequeño maletín, resguardo de todos los sueños que vendrían por delante.

A Luis Carlos, nunca le he dicho tío a pesar de ser el esposo de Lucía; sin embargo antes de que nacieran mis primos le achacaban que yo era su hijo, como casi siempre estuve la mayor parte del tiempo con tía Lucia“ todo encajaba para que el parentesco paternal fuera exacto, de ahí que más de una y tantas veces algún que otro amigo o conocido sobre todo en Bayamo al saludarlos decían “que grande está el niño, cuándo tendrán la pareja”.

En aquella casona de tejas ubicada en la avenida de Milanés, fui creciendo junto a él y el resto de la familia donde los libros mantienen un lugar importante; ya en casi medio siglo de edad que estoy por cumplir, Luis Carlos ha sido un tío que en el momento oportuno, ha sabido dar sin medias tintas el consejo necesario, aclarar las dudas en relación a literatura y a la vida. Para mí un referente del padre que todo hombre debiera ser.

En el marco del capítulo de la Feria Internacional del Libro en Granma el Centro provincial del Libro y la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes desde el espacio ENTRE LÍNEAS PARA TI lo homenajeó por sus 45 años de vida artística y literaria, de igual manera se hizo extensivo el agasajo desde el Centro provincial del Cine.

Sencillo, ocurrente, sociable lleno de una humildad que lo hace ser como es, así es Luis Carlos Suárez Reyes quien desde su modesta labor literaria señala “yo vengo de una familia humilde humilde, no tengo antecedente de grandes intelectuales, ni de escritores, mi familia toda proviene del campo de la zona de Jibacoa, los Suárez Reyes, pero mis padres se mudaron para Manzanillo, tuve el apoyo tremendo de ellos; así lo reafirma su hermana Yolanda: de niño Carlos como le decimos acá en Manzanillo fue muy ocurrente, incluso pensábamos que sería químico o investigador porque siempre inventaba algo diferente; un día empezó a mezclar combustible y aquello prendió candela en la cocina, cuando él vio el fuego empezó a correr por todo el patio gritando bombero, agua que se quema, además la vecina del frente al ver lo que sucedía también gritaba ” ay Dios mío proteje a mi niño.

Tenía también fuerte inclinación por el canto, siempre le ha gustado cantar sobre todo temas de cantantes españoles y junto a su amigo Ricardo Labrada daban serenatas y cantaban Madrecita del alma querida.

Sobre el inicio de su relación con tía Lucía ella a dicho “Han pasado cincuenta años desde el primer día en que coincidimos en la escuela de letras de la Universidad de Oriente primero fuimos amigos inseparables, luego redactores de la Revista Mambí, tiempo después, nueve años después nos casamos el 31 de octubre de 1984, ya pronto cumpliremos 41 años de casados, juntos criamos nuestros hijos, juntos vencimos el periodo especial, juntos anduvimos el camino doloroso de la muerte de nuestros padres y hermanos, juntos hemos trabajado en la comunidad promocionando la lectura, juntos hemos hecho una obra que hoy celebramos golpe a golpe, verso a verso como dijera el poeta; gracias infinitas por ser mi amigo, por ser ese hombre maravilloso que me acompaña, que me cuida”.

Yo viví en en dos dimensiones, ha dicho Luis Carlos, la dimensión de la literatura y la dimensión de la música, yo sabía que quería ser escritor, pero entonces la música me tentaba mucho y también cantaba.

Sobre su libro El Caballero de los Pájaros ha dicho que “Realmente esta es una de mis obras preferidas, en esto ha ayudado mucho creo, el gusto que tiene por este libro, personas como Larramendi como Alsina, como Marlen. Yo siempre he estado aferrado a veces a Claro de Luna, a La loma de los gatos, aunque siempre he dicho que mi mejor libro se llama Las ratas del Paraíso; pero este es un libro que me es muy cercano porque yo digo, bueno si personas tan inteligentes como ellos Marlen, Alsina y Larramendi tienen esa devoción por este libro es porque el libro tiene valores, ellos casi me han convencido de eso y ahora para la edición que no se pudo imprimir por algunas dificultades técnicas; pero leí la nueva edición que hizo Ediciones Orto que es una edición bellísima con unas ilustraciones, realmente que me han gustado mucho, cuando terminé de leer el libro, sentí como que lo había recién leído y en esto han ayudado mucho los amigos de Orto, que es una editorial que yo admiro mucho, para mí es la mejor editorial que tenemos, la más seria, no es porque sea solamente de Manzanillo sino porque la calidad se impone y acaban de recibir un premio importante en la Feria del Libro que es el Premio del Lector, por “El cumpleaños del fuego” un libro que yo adoro porque es de Sacha porque lo presenté aquí junto con él al lado y que recibieron ese merecido premio.

Sobre este manzanillero enamorado eterno de la Novia de Bayamo, su coterránea Juventina Soler Palomino ha dicho que Luis Carlos Suárez es un amigo y un hermano, sobre todo un hermano. Tuve la oportunidad de darle mis primeros textos para que me los valorara y nunca se negó a que ni yo ni otros que estábamos en esa época pudiéramos seguir adelante, siempre nos aconsejó mucho y después tuve el grandioso honor de trabajar con él en el Centro de Superación para la Cultura en toda la parte de la apreciación literaria, la política cultural y de verdad fue una escuela dentro de la docencia de nuevo tipo, de una clase más dinámica de saber reconocer a los estudiantes, de conversar con los estudiantes y en realidad, para mí Luis Carlos es otro de los grandes maestros y de los grandes escritores de este país.

Para Ángel Larramendi Mecías, director de Ediciones Orto comenta que “realmente enfrentarse a la obra de Luis Carlos es enfrentarse a la obra de uno de los mejores escritores para niños del país. Incluso creo que Luis Carlos se puede comparar su escritura para niños con lo mejor que se está escribiendo en estos momentos en todo Hispanoamérica.

Acercarse por ejemplo a obras como Claro de Luna o El Caballero de los Pájaros, son dos títulos fundamentales dentro de su narrativa, para los adolescentes, es descubrir un mundo mágico pero sobre todo un mundo en el que se abordan temas puntuales del día a día que no solo se viven aquí, sino que se viven en cualquier país del mundo”.

“Temas como el divorcio, como la muerte, como la drogadicción, son abordados con una maestría increíble; algo que me gusta resaltar de la obra, es su capacidad para esas historias llevarlas a un punto mágico también, en que las fantasías y la realidad se unen demostrando que es posible con palabras sencillas atrapar al lector no solo infantil y juvenil sino al lector de cualquier edad” agregó Larramendi Mecías.

Francisco López Sacha, su amigo entrañable antes de dejar el plano terrenal en más de una ocasión dijo: no podemos hablar de la literatura para niños, sin hablar de la obra de Luis Carlos.

Hasta el patio de la UNEAC llegaron las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia y el municipio de Bayamo; además el artista de la plástica Raylven Friman quien entregó a Luis Carlos uno de sus cuadros La caída del Gallo; así mismo lo hicieron varias instuciones culturales del territorio.

Luis Carlos o simplemente Carlos como lo llaman sus hermanas Yola y Vilma, y sus sobrinos Liliana, Eloy, sus hijos Dagna, Adam Carlos, siempre vuelve a su Manzanillo y a Jibacoa, desde este pedazo de tierra granmense que lo ha marcado para la vida y a la vez lo hacen ser un cubano auténtico, un paradigma para los escritores para niños del país, avales para que un día cualquiera, al abuelo de Sophie, Agnes y Aitana, el padre de Lucía Mercedes y Luis Gabriel, en una palabra mi tío, lo reconozcan con un Honoris Causa, por ser simplemente el Caballero de las Letras.

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